Condiscípulos aventajados

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Fernando Soto


Ex diputado y miembro de CEDIS Andalucía


Que de un colegio hayan salido un presidente de Gobierno, un presidente de Telefónica y un presidente de una gran caja de ahorros es, cuando menos, sorprendente. Ese es el motivo por el que hoy rompo mi compromiso de denunciar a los corruptos mediante el torpe y simplón método de " y tú más". Reconozco que la fórmula del " y tú más" no ataca ni ataja un milímetro la corrupción. No es ni siquiera una demostración de condena de la corrupción sino, más bien, una manera rijosa y torticera de defenderse de " la que está cayendo". Si yo le digo a usted que es más ratero que yo, ciertamente estoy reconociendo que yo soy un mangante, aunque usted se lo lleve "calentito" y en mayor porción. Así y todo, por una sola vez y sin que sirva de precedente, entro por los sinuosos meandros del " y tú más". Es que el colegio donde se "educó" José María Aznar tiene mandanga. El activo conferenciante y responsable de FAES en la actualidad, que hablaba catalán en la intimidad, que imitaba al pato Donald cuando se juntaba con su amigo norteamericano de la Casa Blanca, que nos metió en una guerra injusta y que terminó su mandato mintiendo sobre los autores de aquella terrible matanza de los trenes en Madrid, favoreció, que sepamos, a dos condiscípulos suyos de manera descarada. Como la memoria es demasiadas veces alicorta, conviene recordar que nombró a su amiguete Juan Villalonga presidente de Telefónica cuando esta era todavía una empresa pública. Una verdadera "joya de la corona", que pasó a manos privadas a un precio barato, casi de saldo y que, además, el señor condiscípulo de Aznar, se asignó para sí una indemnización multimillonaria para su cese. Dicho de otro modo: Aznar le regaló a Villalonga cientos de millones de pesetas, creo recordar que cinco mil millones de nada. Ahora mismo su otro condiscípulo destacado, el señor Blesa, está en la cárcel a cuenta de las "presuntas" irregularidades que le enriquecieron ocupando el puesto de presidente de Caja Madrid, a donde fue aupado por Aznar. Si Aznar es honrado, "que Dios le conserve la vista y el olfato". Estos tres condiscípulos, seguramente que jugarían a las canicas (las bolas decimos por aquí), a las chapas o a las estampitas de futbolistas; digo yo que a algo jugarían en el recreo escolar. ¿ Fue así como aprendieron a sumar y restar? "de diez me llevo una y de quinientos el ciento y la madre". Tengo curiosidad, malsana curiosidad, por averiguar quienes ganaban o perdían. Seguramente los que perdían eran el resto de los compañeros de clase. Ellos tres, Aznar, Villalonga y Blesa, tenían que ganar, como lo han hecho de mayores. Hoy se conoce que Aznar fue el creador de los sobresueldos a los altos cargos del PP, sabemos que Aznar cobraba sobresueldos sustanciosos, que él y su señora, la actual alcaldesa de Madrid, recibieron gratis carísimas clases de golf, sabemos que Aznar era el jefe de Naseiro, que se escapó de la trena por la lentitud de la Justicia... Demasiada gente a la trinca, esa es la pura verdad; añadamos a sus herederos políticos, desde Rato a Rajoy pasando por Arenas y la intemerata. Es por ello que por una sola vez y sin que sirva de precedente, hoy rompí mi compromiso de no combatir la corrupción con el sucio y pestilente argumento del " y tú más". Es que aquel colegio donde se educó Aznar tiene migas.


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