La terapia CAR-T se utiliza principalmente en casos de mieloma múltiple, linfoma, leucemia linfoblástica aguda y otras hemopatías, si bien se están evaluando otras indicaciones fuera del ámbito de la Hematología y la Oncología como las enfermedades autoinmunes.
En concreto se sitúa en la octava posición según se desprende de la cuarta edición del Monitor de Reputación Sanitaria (MRS).