El Betis encaja demasiado como para vencer

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Betis madrid

Jugarle de tú a tú ante un rival muy superior a presupuesto, jugadores y títulos, se convierte en una ruleta rusa en la que  tienes todas las papeletas para perder. Y eso fue lo que le pasó al Real Betis Balompié en su partido frente a un Real Madrid más vulnerable que en otras temporadas, pero que conserva su tremenda pegada y calidad. Y en ese escenario, si además cometes fallos defensivos, lo normal es que acabes perdiendo, en este caso por 3 a 5. 

Por tanto sabor agridulce para la hinchada bética que vio a su equipo remontar el gol inicial de los madridistas, a los que durante media hora los metió en su área, creando ocasiones incluso para hacer algún gol más pero que acabó sucumbiendo en una segunda parte donde se mostró inferior, especialmente, físicamente.

Volvió a repetir esquema y, casi equipo, Setién con respecto a su visita a Riazor el pasado lunes. Solo Barragán por Francis, en ese sistema con 3 centrales y dos carrileros largos, donde Fabián y Guardado tienen la misión de repartir el juego, mientras que Boudevouz y Joaquín deben poner desborde y magia en los últimos metros. Y no le salió mal el plan en la primera parte si se obvia los primeros 15 minutos, donde el Betis no se encontraba cómodo, quizás porque su colocación no era la adecuada, con muchos metros entre su defensa y la delantera. Así, de la mano de un genial Asensio, el Madrid se acercó con mucho peligro al área Bética hasta en dos ocasiones hasta que, en la tercera, un despeje defectuoso de Amat, llegó a Cristiano, que remató a bocajarro para que el rechace de Adán cayera en la cabea del joven mallorquín para hacer el 1 a 0. 

Quizás la parroquia verdiblanca pensaba en goleada blanca pero si algo no se puede criticar al Betis de Setién es que se rinda. Poco a poco, fiel a su idea de tocar el balón y ayudado por el paso atrás dado por el Real Madrid, los locales se hicieron con el mando del partido, moviendo a su rival y creando ocasiones de sobra para la remontada. Primero Loren no llegó por milímetros a un pase de Boudevouz, después Joaquín lanó magistralmente una falta a la escuadra que Navas sacó con la punta de los dedos y, por fin, en la segunda jugada del córner, Mandi se adelanta a Nacho para poner las justas tablas. pero el Betis quería más, estaba cómodo en el campo con el aliento de su afición y fue a por el segundo. Lo encontró en un robo de balón en campo madridista y contra de Joaquín que Junior termina aliándose con la suerte para que Nacho marque en propia puerta. No dio para más este primer tiempo que, quizás, si hubiera durado algo más, podría incluso haber llevado algún gol más al casillero bético.

Sin embargo, la segunda parte fue bien distinta. El Real Madrid salió con toda la cuerda dada y el Betis no fue capaz de capear el temporal, al menos los primeros 15 minutos, para volver a templar el partido. Un par de pérdidas en zonas de peligro motivaron las primeras llegadas visitantes y, en un córner bastante dudoso, Ramos pudo el empate en el marcador. Solo  minutos después, una gran cabalgada de Carvajal por banda derecha terminó en la remontada blanca con gol de Asensio. En un abrir y cerrar de ojos, el esfuerzo de la primera parte se había ido y aparecían todos los defectos verdiblancos: fragilidad defensiva, pérdidas de balón sin sentido en campo propio o en contras, inferioridad física... Para colmo, Setién no movía el banquilo y, aunque el Betis volvía a mejorar en las botas especialmente de un acertado Boudevouz, se veía necesario dar refresco y meter más físico con Javi García. Lo hizo el técnico cántabro, pero para entonces Cristiano había hecho el cuarto y el partido estaba muy cuesta arriba.

Los últimos minutos fueron una ruleta rusa. Tras un par de acercamientos blancos, la entrada de Tello y Sergio León con cambio de dibujo incluido, llevó más mordiente al ataque verdiblanco y precisamente el delantero de Palma del Río puso el 3 a 4 con todavía 4 más el alargue. Entonces pudo pasar de todo. Lorén tuvo una clara de cabeza que mandó fuera, Adán salvo la sentencia pero, finalmente, se impuso la lógica y Benemá, en un nuevo error en el pase, puso la sentencia definitiva.

No está obligado el Betis, ni mucho menos, a vencer al todopoderoso Real Madrid, e incluso dejó buen sabor de boca el dominio de la primera parte. Pero es necesario frenar la sangría de goles para poder ganar. Y el Levante volverá a poner a prueba, en lunes de nuevo, si los verdiblancos lucharán por las plazas europeas o no.

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