El Sevilla pierde y se jugará la temporada en Champions y la final de Copa del Rey

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Leganes sevilla 1

Muchos se temían que después de la gesta de Manchester, el Sevilla tropezara en liga, donde ya de por sí su temporada está siendo muy irregular. Y no se equivocaban. Los de Montella, que volvió a rotar muy poco, cayeron por 2 a 1 en Butarque ante un Leganés que solo tuvo que competir de verdad para hacerse con el partido. Con los resultados de la jornada y teniendo en cuenta el panorama que se le viene encima durante el mes de abril (el Barcelona es el siguiente encuentro el Sábado Santo), los de Nervión no deberían quitarle el ojo a la competición doméstica si quieren jugar en Europa el año que viene vía Liga.

Vincenzo Montella no confía en su segunda unidad y mucho menos en los refuerzos invernales, excepto Layún, que repitió en el lateral derecho pero más por la baja de Navas que por méritos propios. Solo3 cambios con respecto a la derrota con el Valencia en el último partido, al igual que en la batalla de Champions con el Manchester. Si Kjaer desplazaba a Mercado al lateral en tierras inglesas, en Butarque repitió el danés  pero a su derecha volvía Layún, mientras Nolito sustituía al sancionado Correa y Ben Yedder, después de sus goles el miércoles, en punta . Lo demás sin cambio. Y esto afecta al rendimiento del equipo por varias razones: no mete a más jugadores en la dinámica, acumulación de esfuerzos y cansancio tanto físico como psíquico,...

Esto fue una de las cosas que ocurrió en Butarque y que amenazan el final de temporada sevillista justo cuando, tras el parón de selecciones, llega el mes más exigente con incluso títulos por medio. Porque si no ¿cómo se explica que Banega o el Mudo Vázquez apenas acumularan acciones de méritos ante el Leganés después del despliegue en Manchester? O que Lenglet o N´Zonzi fueran titanes ante los físicos jugadores entrenados por Mourinho, mientras encajan un gol en juego aéreo a las primeras de cambio?

Porque cuando no hay posibilidad de juego, el partido se decide en las áreas y eso tampoco es el fuerte de este Sevilla que pudo ir perdiendo, incluso por un más de un gol a los 10 minutos tras dos buenas acciones del Leganés, cuyos jugadores parecían ir en moto mientras que los sevillistas en bicicleta. La ocasión de Sarabia con paradón de Cuéllar incluido solo fue un espejismo porque poco después, en un saque en corto de córner, los locales se pusieron por delante en el marcado con gol de Bustinza de cabeza, con parábola incluida, que no deja en buen lugar a la defensa y portero local. Restaban aún más de 15 minutos de la primera parte y los de Nervión apenas inquietaron a la defensa pepinera.

Todos esperaban un arreón sevillista en el inicio de la segunda parte para intentar igualar la contienda pero nada más lejos de la realidad. El ataque sevillista era una máquina de perder balones en el último pase o en un regate, el medio del campo llegaba tarde a las jugadas y la defensa sufría con la movilidad de Amrabat y compañía. Así, en una jugada donde los visitantes volvieron a pecar de falta de intensidad, Eraso ponía el 2 a 0 y la sentencia al partido por más que quedara media hora de juego. Solo hubo tiempo para que los visitantes mostraran su impotencia, como Sarabia en su expulsión.

La derrota antes del parón deja al Sevilla sexto pero con Betis y Girona pisándole los talones, con el Barcelona en el horizonte más cercano y con la eliminación de la Champions como reto ilusionante pero también con un desgaste que, salvo que Montella comience a rota, puede llevar a jugadores claves a llegar muy justos para el final de liga. 

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