España derriba el muro iraní de rebote

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Espaairan

Había que ganar y la selección de fútbol española lo hizo por un gol a cero ante Irán. Otra cosa es cómo lo hizo, pero eso da igual de momento si los tres puntos están en el zurrón. Y es que la victoria de Portugal frente a Marruecos horas antes del España-Irán, obligaban a la roja a ganar como sea frente a un conjunto asiático para e que, tras ganar en la jornada inaugural del grupo a la ya eliminada Marruecos, un empate era oro. Así que el gol de Diego Costa, de rebote y con fortuna, coloca a España líder (por fair play) empatada a puntos con Portugal y a un solo punto de la clasificación a octavos. 

Aunque bien haría el combinado español de no fiarse de la última jornada ante los marroquíes, mejor conjunto que Irán pero castigado ante su falta de gol. Y más tras sufrir de lo lindo ante los asiáticos que, como se esperaba, se encerraron en su campo, muy cerca del área, y utilizaron todos los recursos a su alcance, menos los técnicos, para desesperar a España que, especialmente en su primera parte, no sabía como atacar la poblada defensa rival. 

Movió ficha el seleccionador Fernando Hierro metiendo en el campo a Carvajal por Nacho en el lateral derecho y a Lucas Vázquez por Koke para intentar abrir campo y percutir por la derecha. De nada sirvió puesto que no fue el mejor partido del futbolista gallego del Real Madrid y, sobre todo, por la lentitud en la circulación de balón en los últimos 20 metros del ataque. No se contabilizó ninguna parada de mérito del portero iraní en los primeros 45 minutos aunque sí hubo llegadas españolas, eso sí, embarulladas ante la cantidad de piernas en tan pocos metros. Primero fue silva quien, en posición acrobática y forzada lanzó alto una dejada de cabeza de Ramos. El propio jugador canario disparó con todo a favor en el borde del área pero ahora fue la pierna de un rival quien desbarató la acción, y también el del City recogió un centro de Alba pero tuvo apenas tiempo para revolverse en área pequeña antes de verse rodeado de 3 jugadores iraníes. La última a balón parado, fue para Piqué, que rozó el balón quitando la opción de remate de Ramos y Piqué. De De Gea solo se contabiliza los saques de puerta y pases a compañeros. El problema estaba en ataque.

La segunda parte, con los mismos protagonistas, empezó totalmente diferente. Isco, al que apenas se le había visto un par de detalles de calidad en la primera parte, tomó las riendas del ataque con sus conducciones llenas de calidad y le metió una marcha más al ataque español. En cinco minutos, España había llegado con mucho peligro hasta en tres ocasiones: un disparo alto de Isco tras pase atrás de Carvajal; un disparo de Busquet en segunda jugada que despejó el portero con dificultad y al que estuvo a punto de llegar Lucas Vázquez al rechace; y una preciosa jugada ensayada con tiro de ramos que salvó bajo la línea un defensa y que el árbitro pitó un inexistente fuera de juego cuando la realidad era que había penalti en el rechace que luchaban Piqué y Costa. Sin embargo, el gol llegó de la forma más absurda. Una buena combinación española termina con pase de Iniesta a Costa que intenta darse la vuelta con un control orientado pero que se encuentra con la pierna del lateral derecho iraní que en su intento de despeje, golpea el rebote en coste para colarse en la porteria del país asiático. Se celebró el gol como si fuera el pase a semifinales, tal había sido el sufrimiento español.

Sin embargo, curiosamente, tras el gol fueron los peores minutos españoles del partido y los mejores de su rival. Comenzaron los jugadores españoles a cometer impresiciones en el pase que fueron envalentonando a los iraníes. Si ya antes del gol español un rechace en un saque de banda puso el miedo en el cuerpo con un disparo que rozó el poste, un centro sin rematador fue la antesala de la polémica del partido. Una falta botada por irán termina en gol tras un par de rechaces. El linier levanta la bandera, el árbitro anula el gol y el VAR confirma el fuera de juego. Respiró España entera pero el susto pesó en la piernas de los jugadores. Solo Isco lo intentaba una y otra vez aunque cada vez más cansado. Entró Koke para tener más balón, Asensio para desbordar y buscar profundidad y muy al final Rodrigo. Pero de nada servía ante el impetú de Irán y las pérdidas españolas. Un nuevo susto de irán, tras gran jugada por la izquierda que terminó con remate ajustado al larquero fue lo último de un partido en el que se demostró que no hay rival fácil en este Mundial.

El próximo lunes se decidirá quiénes se clasifican y en qué puesto, con tres candidatas: España, Portugal e Irán. Un puesto en octavos está en juego. Rusia o Uruguay esperan.

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