El Sevilla se la jugará en Lituania

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Sevilla zalguirisLo que debería ser un trámite, por la gran diferencia técnica entre los dos equipos, se ha convertido en la necesidad de ir a competir a Lituania para el Sevilla, que solo pudo vencer 1 a 0 al Zalguiris en la ida de la Q3 de clasificación para la Europa League. Y no fue por falta de actitud, ni por realizar pruebas (más allá de la aclimatación al sistema del nuevo entrenador, ni por jugar con teóricos suplentes. Simplemente le bastó al Zalgiris con encerrarse atrás y salir a la contra aprovechando los fallos sevillistas para destapar las carencias de esta plantilla, muchas de las cuales son heredadas del pasado año, especialmente la falta de gol, y otras se deben a desajustes defensivos del nuevo sistema de tres defensas.


Sin ser un mal once inicial, Machín, al que le queda mucho trabajo por delante aunque el domingo juegue la final de la Supercopa de España, apostó por el debut oficial de Gnagnon, Amadou y Aleix Vidal, con Banega como eje del juego, dejando incluso fuera de la convocatoria a varios futbolistas llamados a ser titulares como Mercado, Kjaer, Roque Mesa, Jesús Navas o Franco Vázquez, quizás pensando en el Barcelona. Sin embargo, no fue suficiente para dejar sentenciada la eliminatoria y pensar con más tranquilidad en el domingo.


A pesar de ello, el Sevilla saltó al campo con intensidad, con la presión alta que quiere implantar Machín y un ritmo bastante alto de juego, lo que le bastó para encerrar al Zalguiris que, por otro lado, era lo esperado ante tanta diferencia de calidad, a pesar de que los lituanos querían, e incluso a veces lo logró, jugar bien al fútbol. La movilidad de la línea de medios y los cambios de orientación desde las bandas, ayudaban a que el Sevilla percutiera bien por dentro pero, sin embargo, la espalda de Arana, ayer carrilero izquierdo, era un problema por el cual avisaban los visitantes. Sin embargo las ocasiones, claras, eran de los locales que, en las botas de Ben Yedder y Nolito, pusieron a prueba al meta Bartkus, e incluso a la propia defensa que sacó bajo palos una rápida chilena del delantero. No menos de media docena de ocasiones fueron desaprovechadas por los sevillistas que, sin embargo, dieron un buen susto en un pase en profundidad que cortó providencial Amadou. 


En ésas estaba el partido, tras un penalti no pitado por manos a favor del Sevilla, cuando Banega sacó a relucir su calidad con un lanzamiento de falta a la escuadra desde 25. Era el minuto 34 y todo parecía encauzado. Sin embargo, la recta final del partido fue un puro sufrimiento sevillista con hasta dos ocasiones claras del Zalguiris con un remate dentro del área sin oposición de volea que se marchó fuera y un mano a mano de Ogana al que le ganó la partida Vaclik. Runrún en las gradas y toda una segunda parte para sentenciar.


Sin embargo, el Sevilla bajó un poco el ritmo, quizás sabedor que en cualquier momento sentenciaria o por el bajón físico teniendo en cuenta el tramo de temporada en el que nos encontramos. Aún así, la salida intensa de los locales le permitió crear ocasiones claras que acentuaron el defecto de la falta de pegada. Una volea de Aleix Vidal y un disparo de Arana recibieron la respuesta de Bartkus en forma de paradones, mientras que Muriel y Ben Yedder, que ayer no tuvo el día, mostraron su impericia a la hora de resolver en el área.


Poco a poco se estiraba el Zalguiris aprovechando la debilidad defensiva de los locales con un nuevo aviso de Antal, quien recortó al canterano Berrocal y, solo y a bocajarro, fusiló a Vaclik que realizó una gran parada. Eran momentos en los que incluso los lituanos se gustaban sacando el balón desde atrás ante las protestas, tímidas, del público. Machín buscó soluciones con Sarabia y Ganso pero la precipitación y la falta de eficacia rematadora aparecieron en un pase a la espalda de la zaga de Ben Yedder que Muriel casi convierte en pase de la muerte o en otra jugada que no remató con acierto el colombiano.


Con el respetable de uñas y el equipo lleno de dudas terminó un partido en el cual el Sevilla pudo golear pero también llevarse un resultado incluso peor. De esta forma, con sus dudas y la falta de ajuste al nuevo sistema, encaran los de Nervión el domingo la Supercopa de España, ante un rival que no usa armas de fogueo sino todo un arsenal.

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