El Betis aumenta su moral antes de las semifinales de copa

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Betis atleticoVictoria de peso la conseguida en el Benito Villamarín por el Real Betis. Primero porque suma tres puntos y vuelve a colocarse en puestos de Europa League con la Champions a cuatro puntos, segundo porque rompe una racha negativa sin ganar de 14 partidos con el Atlético de Madrid de Simeone, y tercero porque jugadores y afición llenan de moral el saco de las ilusiones ante la histórica cita del próximo jueves en la ida de seminfinales de copa ante el Valencia. Bastó un gol de penalti de Canales, soberbio todo el partido, y la solidaridad de un equipo muy competitivo para tumbar al segundo de la liga, que venía motivado ante la posibilidad de recortar dos puntos al líder, un Barcelona que empató ante el Valencia el sábado.


No rotó Setién todo lo que quería antes de la cita copera debido a las lesiones que acumula el equipo. Solo Lo Celso, Sidnei y Loren, de entre los presumiblemente titulares, se quedaron en el banquillo. Así, junto a Pau López, salieron al verde helipolitano Mandi, Feddal, Bartra en defensa, con los carriles para Barragán y Francis, de nuevo en la izquierda; Kaptoum y Guardado se situaron en el centro con Canales y Joaquín en los pasillos interiores y Sergio León en punta.


Y el partido a punto estuvo de comenzar de forma inmejorable para los verdiblancos que, en la salida de un córne, se pudieron poner por delante a los dos minutos. Lo evitó quizás el mejor portero del mundo, Oblack, que voló para rechazar con la punta de los dedos un cabezazo imperial de Feddal. Esa acción animó a los locales que tuvieron dos o tres acercamientos seguidos sin más repercusión pero que metió en el partido a una hinchada ya de por sí enchufada con los suyos. Sin embargo, una contra del Atlético que termino en un disparo de Morata sin peligro a las manos de Pau López, hizo que el Betis cambiara de táctica, dándole el balón y la iniciativa al Atlético. Y ese registro es uno de los pocos que no maneja a la perfección el equipo de Simeone.


Un casi remate de Morata que se paseó por el área pequeña y un disparo flojo y desviado de Correa fue escaso balance ofensivo de los colchoneros a pesar de, por momentos, ser dominadores del balón. También es cierto que el Betis tampoco llegaba y desperdiciaba dos o tres buenas salidas desde atrás en acciones de contrataque para hacer más daño, pero la estrategia era no tener prisa y no encajar gol, algo que contra el equipo de Simeone es pecado mortal.


En la segunda parte subió la intensidad. El Atlético subió su presión y dio un paso adelante en busca del partido. Cada centímetro de césped era una lucha por su ocupación. Y ahí se vio a un Betis altamente competitivo y solidario pero que siempre intentaba salir jugado. Bartra se marchó tocado y entró Sidnei, que rindió también a buen nivel. Griezmman lanzaba fuera desde el borde del área tras jugada de Vitolo, replicaba el Betis con jugada de Kaptoum a cuyo centro no llegó por centímetros Sergio León en boca de gol y de nuevo la tuvieron los visitantes en un cabezazo desviado de Rodrigo.


Y, como en todos los partidos, llegó el momento clave. Un pase interior a Morata lo deja solo ante Pau, Feddal se cruza para robar y termina con el jugador del atlético en el suelo. EL árbitro no ve penalti, el Var corrobora su decisión. Dos minutos después, un centro de Guardado que va a rematar Joaquín es inteceptado con la Mano por el recién entrado Filipe Luis. Penalti claro que pita el árbitro y corrobar el VAR. Lo transforma Canales con sangre fría. EL Betis por delante con casi media hora de juega.


Sin embargo no se le hace excesivamente largo el encuentro a los verdiblancos a pesar del cargado y exigente calendario. Solo una genialidad de Griezmman, con un disparo al poste desde la frontal, hace temblar a una grada volcada con su equipo, que se dejaba el alma en cada balón y que no pasó más apuro que balones colgados y rechaces. Incluso terminó el partido en campo contrario, tocando la pelota para dejar pasar el tiempo.


El pitido final llevó la alegría a los más de 50.000 béticos que casi llenaban el Benito Villamarín. Eran 3 puntos pero no 3 puntos cualquiera, sino la constatación de que las cosas en el Betis han cambiado. La exigencia y la competitividad ha llegado y todo es posible, incluso, pasar a toda una final de copa del rey. El primer paso, el próximo jueves.

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