El Sevilla toma el Olímpico de Roma pero no remata la eliminatoria

Para los que piensan que el Sevilla cambia de cara cuando juega en Europa League, se cargaron de nuevo de razón tras la victoria 0 a 1 en el Olímipico de Roma ante la Lazio. Ni rastro del equipo timorato de fuera de casa en la competición doméstica, y si apareció el equipo vertical, físico y dominador. Sin embargo, queda el regusto amargo de no haber rematado la eliminatoria después de ver la colección de ocasiones claras de las que dispusieron los hombres de Machín, que no aprovecharon las debilidades de un rival que contaba con bajas impotantísimas como Inmobile.

Desde el inicio se vio superior el Sevilla, que pudo marcar pronto si el centro de Escudero tras llegar a línea de fondo hubiera sido rematado por alguien. Se repitió esa jugada varias veces hasta que, en el minuto 22, un contragolpe por la izquierda terminó con centro de Sarabia al área para qeu Ben Yedder, tras desmarcarse a la espalda de los centrales, rematara a placer.

No se podía poner mejor el partido para los hispalenses, que vieron que encima su rival no tenía capacidad de reacción alguna y solo asustó en un remate a la salida del córner que sacó bajo palos Kjaer. Mermados físicamente, los transalpinos gastaron encima sus tres cambios en sendas lesiones y no tenían apenas ritmo para plantar cara a su rival.

Hasta el descanso, se bajó el ritmo de ocasiones, tendencía que parecía seguir la segunda mitad hasta el tramo final. El Sevilla controlaba pero parecía conformarse con el botín, le faltaba ir a por más goles, viendo la escasa respuesta de su rival. Y eso pudo llegar en el tramo final, cuando se sucedieron hasta tres ocasiones clarísimas. Primero fue el holandés Quincy Promes al contragolpe, quien perdóno y después entre Mudo Vázquez y Munir desperdiciaron la oportunidad de sentencias partido y eliminatoria.

No parece que el pase de cuartos de final se vaya a escapar a un Sevilla que tiene en el Sánchez Pizjuán un fortín, más aún si el rval se muestra como ayer, mermado con bajas y superado por su rival.