El Betis dice adiós al objetivo de la temporada

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Betis eibarEl pitido final de Iglesias Villanueva en Ipurúa, también podría extenderse al final de temporada del Real Betis Balompié. La derrota de los verdiblancos por 1 a 0 ante el Eíbar, liquida las (pocas) esperanzas de acabar en ese séptimo europeo que daría por segura la entrada a Europa el próximo curso. Esa plaza a la que optan ahora un ramillete de equipos que hasta no hace mucho, estaban a más de una decena de puntos del equipo dirigido por Setién. Es lo que tiene cuando tus delanteros llevan 50 días sin ver puerta, llevas una racha de 8 puntos de 30 posibles, por ejemplo, o hasta tu mejor jugador falla un penalti.


Y no será porque Setién no lo intente. Ayer una nueva vuelta de tuerca al equipo y al esquema. Un 4 4 2 o 4 2 3 1 en función si atacaba o defendía, con Joel Robles, Francis, Bartra, Feddal, Junior, Guardado, Kaptoum, Tello, Joaquín, Lo Celso y Loren.


Empezó bien el Betis con una primera ocasión a través de un incisivo Tello que no encontró rematador. No sería la primera vez que el catalán desbordara por su banda, pero todo el peligro creado se quedaba en nada, a veces por falta de rematador, otras por un mal pase y otras por la impericia de los que entraban en el área local. Sin embargo es débil en defensa, especialmente en las transiciones desde el ataque, por lo que también concedía ocasiones a su rival. En el ecuador del primer tiempo, el partido comenzó a tener alternancias, con ocasiones para ambos equipos. La más claras en las botas de Lo Celso, que estrelló su disparo desde la frontal en el palo cuando ya se cantaba gol.


Tras la ocasión, muchos béticos barruntabán el desastre. Y más cuando en el último minuto del primer tiempo, el ëibar sacaba su noveno córner. Esta vez sorprendieron, no buscaron el juego aéreo sino el borde del área. Lo Celso llego tarde a cubrir el disparo lejano pero potente de Cote, que cruzó un mar de piernas haciendo inútil y tardía la estirada de Joel Roblés. Nuevamente el Betis perdía al descanso, tocaba remontada, una misión casi imposible para este un Betis en tan mala dinámica y tan mal psicológicamente.


Se volcó el Betis desde el inicio de la segunda parte. Y la verdad mereció el empate. Tuvo más y más claras ocasiones de su rival. El show de mala puntería comenzó con un cabezazo de Feddal que paró Dimitrievski. Siguieron un mano a mano de Guardado, un centro de Tello sin rematador, un cabezazo de Bartra a bocajarro que repelió el portero eibarrés y un disparo de Jesé  con toda la intención del mundo que se marchó fuera. También dispuso las suyas los locales, pero ahí apareció la figura de Joel Robles, inconmensurable excepco en una jugada en la que se hizo un lío con los pies en la primera parte. 


La derrota hace imposible la séptima plaza, desplaza a los verdiblancos a la décimo tercera, quedando atrás únicamente los equipos que han estado o están luchando por la permanencia. Una temporada que se puede ir tildando como fracaso o desilusión y que el próximo domingo llegará a su cénit en un Benito Villamarín que seguro pedirá responsabilidades. Toca apechugar y seguir adelante. 

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