¡Dios mío!, un federalista presidente del Senado

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Cosme modolell 2El pasado jueves, 16 de Mayo, los grupos independentistas catalanes ERC, CUP y Junts X Catalunya, junto con los nacionalistas españoles de Ciudadanos, imposibilitaron que Miquel Iceta, primer secretario y líder de los socialistas catalanes (PSC) adquiriese la condición de senador del estado español, por designación autonómica, en substitución del socialista catalán José Montilla y en consecuencia imposibilitar su nombramiento como Presidente del Senado, que Pedro Sánchez había anunciado con anterioridad.


Los argumentos dados por ERC, para votar en contra de esta designación parlamentaria, resultan del todo peregrinos, cuando acusan a Miquel Iceta de haber votado a favor de la aplicación del 155, como consecuencia de la proclamación de independencia que el anterior gobierno de la Generalitat hizo en 2017 y de haber manifestado que volvería hacerlo en el caso que se dieran parecidas circunstancias. Resulta chocante que por el lado contrario, Ciudadanos, un partido que hace bandera de su nacionalismo español, justifique su abstención negando el voto a favor acusando a Iceta de connivencia con el independentismo, al haber dicho en alguna ocasión que en caso de condena de los políticos procesados, habría que estudiar alguna fórmula de indulto.


Pensando un poco en ello, me ha dado cuenta enseguida de las coincidencias de los grupos nacionalistas tanto catalanes como españoles, en la idea de hacer lo imposible para que Iceta, un socialista, y un reconocido federalista, además de una persona altamente activa y comprometida; pudiera desde la presidencia del la alta cámara española, iniciar su transformación, concretando, una propuesta de cambio constitucional, que transforme nuestro Estado de las Autonomías en un verdadero Estado Federal y que el Senado sea una verdadera cámara de representación territorial donde se diriman, entre representantes de los gobiernos autonómicos, todos aquellos asuntos que les atañen directamente, competencias, financiación, solidaridad interterritorial, etc. 


Entiendo que para un nacionalista catalán a ultranza, al igual que uno español, una solución federal al tema de la territorialidad en España les resulte altamente preocupante; para el caso del independentismo catalán, casi podríamos decir que el federalismo puede significar su desaparición, en cuanto este planteamiento les quitaría su razón de existir por cuanto resultaría que los temas de verdad o malévolamente exagerados, que hoy suscitan confrontación y en verdad les alimentan, dejarían de tener sentido cuando desde el Senado, ellos deberían contribuir a solucionarlos. Tampoco parece el Federalismo una idea complaciente para un nacionalista español convencido, pues perdería todo sentido la secreta vocación imperialista de una nación única, España, con una sola cultura, una única lengua y una única manera de pensar.

Volviendo al tema creo que en realidad, El independentismo catalán y Ciudadanos, (No nombro al PP, porqué en el parlamento catalán esta fuerza es completamente irrelevante y sus resultados electorales del pasado 28 de Abril han sido completamente desastrosos), coinciden en la voluntad de no hacer senador a Iceta, no por los nimios argumentos que han dicho públicamente en los medios, si no por el miedo cerval que un hombre efectivo como es Miquel Iceta, empiece a abrir el camino de la reforma constitucional confirmando la sentencia de desaparición que la doctrina nacionalista lleva escrita en su ADN, desde que comenzó el siglo XXI y la revolución llamada digital empezó su avance inexorable hacia la transformación total de la forma de vida de la humanidad.


Comprendo las dificultades de los dirigentes independentistas de tener que decir a quienes han confiado ciegamente en ellos que les han engañado, que la independencia de Cataluña jamás va a contar con el apoyo de ninguna otra democracia que se precie y que ante una confrontación entre nacionalistas de un lado y de otro los catalanes tienen todas las de perder, cuando les van a dejar más solos que Inglaterra y Austria les dejaron en 1714.También entiendo que el nacionalismo español no quiera admitir la falsedad de muchos de sus planteamientos empezando por no reconocer la diversidad cultural y lingüística de los distintos pueblo que componen España y se empeñen en un unitarismo, que no unidad, totalmente desfasado con la realidad actual presente y futura.


Pero amigos a unos y otros a corto o medio plazo, no les va a quedar otro remedio que enfrentarse a sus engaños, mentiras y medias verdades que hasta hoy les han salido rentables, pero que en cuanto se vayan descubriendo les van a perjudicar enormemente y más cuando hoy están haciendo todos los esfuerzos posibles para seguir manteniéndolas.


No crean que evitando la presidencia del senado para Miquel Iceta, van a parar lo inevitable, ya perdieron una batalla cuando le negaron el voto a Pedro Sánchez, para los presupuestos más sociales que se han planteado en nuestro país, y ha resultado que después de las elecciones, han perdido la capacidad de presión hacia el gobierno socialista, pese haber aumentado el número de sus escaños. Pedro Sánchez lleva en sus principios fundamentales la reforma del estado español en un sentido federal y no creo equivocarme si les digo que antes de que finalice la presente legislatura, esto va estar bien encarrilado con seguridad, sin hablarlo con el actual gobierno autonómico de Cataluña Ojo al dato, estén al tanto de los cambios que pasado el 26 de Mayo va haber en el Partido Popular, quizás haya sorpresas muy agradables para el federalismo en general.

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