Hoy debemos hablar del suicidio de Podemos

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Cosme modolell 2Hace cinco años, nacía PODEMOS, un partido que venía a regenerar la política y a dar un giro de 180º a la izquierda tradicional de este país. El Partido Socialista Obrero Español, que parecía agotado y dominado por un aparato que en cierta manera se había aburguesado, y ante una crisis económica sin precedentes en el mundo, se mostraba totalmente incapaz de aportar soluciones a la misma fuera de los cánones establecidos por el neoliberalismo europeo, cuestión perfectamente definida por el entonces presidente del Gobierno José Luis Rodriguez Zapatero, con la frase, “Cueste lo que cueste y me cueste lo que me cueste”.

Si bien en 2008, Ciudadanos se presentó en 52 circunscripciones en las elecciones generales de aquel año, no es hasta el 2014 que abandona la consideración de un partido netamente regional de Cataluña, para adquirir una dimensión nacional, con el afán de regenerar el centro derecha español, dominado hasta aquel momento por un PP enlodado hasta las cejas por la corrupción.

Los medios entonces anunciaron a bombo y platillo el fin del bipartidismo en España  y la entrada en una nueva era política donde las negociaciones y los pactos debían convertirse en el eje central de todo el sistema. Sin embargo en todo este proceso había algo que no cuadraba por cuanto los medios de comunicación y especialmente la cadena La Sexta, propiedad de Atresmedia, una compañía en que la Familia Lara, de derechas de toda la vida, es el accionista mayoritario; no paraban de ofrecer espacios y promocionar a los dos nuevos partidos, en detrimento de los otros dos tradicionales, en particular del PSOE. Se acordaran Vds, los tiempos en que Pablo Iglesias, era la estrella en programas como la Sexta Noche, mientras que el PSOE estaba representado por un flojísimo Antonio Miguel Carmona en el mismo programa.

Fuimos muchos, de los que manifestamos nuestras opiniones regularmente, empezamos a intuir que los llamados poderes fácticos del país, impulsaban un partido de izquierdas como PODEMOS, con la finalidad de dividir el voto progresista del país y evitar que el PSOE pudiera acceder nunca más al gobierno del estado, partiendo de la base que un partido situado en la izquierda radical, jamás ha conseguido en España un porcentaje de votos superior al 20%, la formación que lidera Pablo Manuel Iglesias, resultaba ideal, por un lado nunca iba a sobrepasar el 20% y por otro, le quitaba votos al PSOE dejando a esta formación bajo mínimos. También Ciudadanos, tenía su papel en este asunto pues en un principio se presentan como formación socialdemócrata situada en el centro izquierda, contribuyendo a arañar votos al PSOE.

Pero en tan solo cinco años, las tornas han cambiado y PODEMOS se ha dividido en pequeños grupúsculos peleados entre sí que ya no representan peligro para nadie mientras que el PSOE, ha hecho su revolución interna desalojando del aparato del partido a todas las viejas y aburguesadas glorias, y empoderando de nuevo a la militancia, Pedro Sánchez ha sido capaz de darle el empuje necesario para situarse de nuevo en el candelero de la política española, hasta el punto que los propios poderes fácticos lo han considerado como la única fuerza, capaz en estos momentos, de proporcionar la estabilidad necesaria en el gobierno de España que les permita adaptar sus negocios a la nueva realidad del siglo XXI. 

La realidad hoy es que el PSOE tiene 123 diputados en el Congreso, partiendo de los 83 que tenía, y mayoría absoluta en el Senado, mientras que Podemos ha descendido de 71 a 42 escaños; circunstancia que no permite un gobierno de coalición PSOE + PODEMOS al no sumar entre los dos los 176 escaños que conformen una mayoría absoluta y ser necesaria la concurrencia de más partidos hasta alcanzarla; es por ello y que con muy buen criterio Pedro Sánchez ha planteado un gobierno en solitario del PSOE, con la incorporación de elementos técnicos afines a Podemos y a los otros partidos que lo apoyen, y en base a un programa pactado y reuniones periódicas de los partidos para comprobar su cumplimiento. Fórmula que se ha aplicado con éxito en Portugal y que recientemente se ha puesto en marcha en Dinamarca. 

Pero hasta el momento de escribir este artículo, Podemos ha hecho cuestión de honor el tener ministros adscritos a su formación en el gobierno que presida Pedro Sánchez, hasta el punto de condicionar su voto a favor de Pedro Sánchez en la investidura a este hecho; por lo que de mantenerse esta tesitura, y vista la imposibilidad de seguir más tiempo con la provisionalidad de un gobierno en funciones, nos vamos a unas nuevas elecciones que según las encuestas darían una nueva y más amplia victoria a los socialistas y una bajada de órdago a Unidas Podemos que lo situaría cercano a la irrelevancia. Solo es duda de si el tripartito de derechas, PP Ciudadanos y VOX sumaria para conseguir gobernar. Cosa que de ser así significaría la muerte política de PODEMOS como partido político pues el electorado lo consideraría el único responsable que la derecha gobernara este país, apoyada en la extrema derecha de VOX a la que sin duda deberían hacerle concesiones.   

No me negarán Vds, que es un suicidio en toda regla.

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