Estamos en agosto y Podemos en sus trece

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Cosme modolell 2

Llevamos cinco días del mes de agosto, y Podemos, después de haberse cargado la investidura de Pedro Sánchez el pasado 25 de julio, por basar su negociación, exclusivamente en un gobierno de coalición sin dar importancia ninguna al programa; y después que Pedro Sánchez se niegue a reemprender de nuevo una negociación en el mismo sentido, para dejarla solo a nivel programático; y empieza a sonar muy extraño que la dirección de PODEMOS, no solo siga insistiendo en el gobierno de coalición, si no que se mantengan en la tesitura de no negociar ningún tema de programa, hasta que no esté definida una participación de gran relevancia de agentes de Podemos en el gobierno del estado; me empieza a oler a chamusquina. Quizás y como último recurso para que siga gobernando la derecha en nuestro país, UP ha decidido que vayamos a nuevas elecciones.


He leído en las redes sociales que una encuesta señala, un 70% de los votantes de Unidas Podemos, como favorables a apoyar desde fuera un gobierno socialista, previo pacto de un programa común, y el nombramiento de una comisión mixta de los dos partidos encargada de hacer un seguimiento para comprobar el cumplimiento del mismo. Por otro lado en los medios, estos días se viene señalando que IU y su líder Alberto Garzón está insistiendo a la cúpula de Podemos, que se dejen de monsergas, se olviden del gobierno de coalición y apoyen decididamente un gobierno monocolor socialista, que actúe bajo un programa previamente pactado, situación que los llamados Anticapitalistas que lideran Teresa Rodriguez y José Maria González (Kichi) también consideran la más adecuada por el hecho que históricamente en los gobiernos de coalición siempre tiene las de perder a medio plazo el partido minoritario, que en este caso sería UP. Atendiendo a estos datos, se me hace muy cuesta arriba entender la posición de Pablo Iglesias, Irene Montero y Pablo Echenique, entre otros que en los medios y en las redes siguen insistiendo en lo del gobierno de coalición y con una actitud totalmente despreciativa y podríamos decir incluso insultante hacía el PSOE, totalmente fuera de toda lógica y de la realidad.


El barómetro del CIS, del mes de julio, en la intención directa de voto, da una espectacular subida al PSOE que se situaría en el 41, 3% seguido a enorme distancia por un Partido Popular con un 13,7% de los votos emitidos. Con este porcentaje, el PSOE conseguiría la mayoría absoluta, en el caso de una repetición electoral el próximo 10 de noviembre. Es verdad que los datos de la encuesta fueron recogidos antes del debate de la fallida investidura del 25 de Julio, pero una buena parte de politólogos y analistas, están convencidos que el punto en que han situado al PSOE podría ser incluso más alto si la recogida de datos hubiera sido posterior, porqué esto que ahora parece haberse puesto de moda como es la cuestión del “relato”, parece ser que el PSOE se ha llevado el gato al agua y que UP no solo quedaría como responsable de la repetición de elecciones, por negarse a apoyar a Pedro Sánchez, si no que su imagen ha quedado como la de aquel egocéntrico, que busca desesperadamente un sillón de poder que las urnas no le han dado.


Los mensajes que UP está lanzando estos días, son del todo incomprensibles, pues aparte de seguir con el desprecio al que debería ser su socio, intentan encontrar justificación en los pactos de gobierno autonómicos de Valencia, Navarra y Aragón, para persistir en la idea del gobierno de coalición, que Pedro Sánchez considera totalmente descartada después de las frustradas negociaciones del pasado mes de julio.


El líder socialista, intenta desde el pasado jueves día 1 de agosto, entablar conversaciones con grupos sociales diversos para mirar de acordar unas bases de gobierno progresista a nuestro país, dado que UP sigue en la higuera, con la finalidad que estos grupos, o sea la verdadera base social, intenten convencer a UP de la necesidad que ellos apoyen un gobierno monocolor del PSOE, lo antes posible, porqué a la vuelta de las vacaciones, en el mes de setiembre las cosas se complicaran mucho en el panorama político español, con la más que posible salida de la UE de Gran Bretaña, por la brava tal y como parece que el actual primer ministro Boris Johnson pretende, la publicación de la sentencia del juicio del 1 O y la previsible reacción en la calle de los grupos nacionalistas de uno y otro signo, a parte de la tradicional manifestación del 11 S en Barcelona, que a pesar de las muestras de división que el independentismo está dando, no dudamos van hacer de tripas corazón y mostrar aunque sea por un día una férrea unidad.


No me negarán Vds. que todo ello requerirá de un gobierno central fuerte, perfectamente unido y con las ideas muy claras, cuestión que es del todo imposible, en un gobierno en funciones, y por tanto con limitación de actuaciones, o bien con un gobierno de coalición, en que los dos partidos coaligados no suman la mayoría absoluta y que además tienen profundas discrepancias sobre el tema de la cuestión catalana.


Espero y deseo, que los grupos a los que Pedro Sánchez se dirige estos días y otros con cierto poder de influencia en nuestro país, sean capaces de hacer ver a UP que acepten, por su bien y el de una gran mayoría de españoles, apoyar un gobierno Socialista monocolor capaz de afrontar, con la fortaleza y capacidad necesaria, estos primeros embates que nuestro país va a sufrir; y que esta investidura debería tener efecto antes de acabar Agosto, pues en setiembre puede que sea tarde.

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