De la derecha y de la izquierda

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Cosme modolell 2

Desde el pasado siglo XIX, cuando la democracia, tal y como hoy la conocemos tomó carta de naturaleza, dos cuestiones han devenido sus fundamentos, en primer lugar el sistema de partidos políticos y en segundo lugar, los conceptos derecha e izquierda, para definir los dos grandes bloques ideológicos.


Desde entonces hasta nuestros días, muchos han intentado, superar estos dos conceptos, tentativa que siempre ha resultado fallida por cuanto ha derivado en una aniquilación de la democracia substituida por una dictadura. El líder fundador de Falange Española Don José Antonio Primo de Rivera, definió a su formación no como un partido político si no como un movimiento, que además no se encuadraba ni en la derecha ni en la izquierda del espectro político; aunque vale decir que abjuraba de la democracia, como queda de manifiesto en este párrafo del discurso fundacional en el teatro de la Comedia de Madrid en 1933: “De ahí vino el sistema democrático, que es, en primer lugar, el más ruinoso sistema de derroche de energías. Un hombre dotado para la altísima función de gobernar, que es tal vez la más noble de las funciones humanas, tenía que dedicar el ochenta, el noventa o el noventa y cinco por ciento de su energía a sustanciar reclamaciones formularías, a hacer propaganda electoral, a dormitar en los escaños del Congreso, a adular a los electores, a aguantar sus impertinencias, porque de los electores iba a recibir el Poder; a soportar humillaciones y vejámenes de los que, precisamente por la función casi divina de gobernar, estaban llamados a obedecerle; y si, después de todo eso, le quedaba un sobrante de algunas horas en la madrugada, o de algunos minutos robados a un descanso intranquilo, en ese mínimo sobrante es cuando el hombre dotado para gobernar podía pensar seriamente en las funciones sustantivas de Gobierno”


Como es bien sabido, esta idea, conllevó a los españoles 40 años de feroz y cruel dictadura, hasta que en 1978, tres años después de la muerte del dictador, el pueblo español consiguió una nueva constitución que restituía la democracia con su sistema de partidos y el debate ideológico entre la derecha y la izquierda.


Cuando en 1978 con la aprobación y refrendo popular de una nueva constitución, España se convierte en un estado de derecho y el debate derecha izquierda se materializa en cuatro formaciones políticas, dos a la derecha Alianza Popular (AP) y Unión de Centro Democrático (UCD) y por la Izquierda el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el Partido Comunista de España (PCE). Pronto desaparece UCD tomando el relevo Alianza Popular y el PCE como otros partidos comunistas europeos acusa la caída del muro de Berlin, a pesar de intentar mantenerse a flote cambiando el nombre con que se presenta a los comicios por el de Izquierda Unida, no consigue superar a PSOE quien se convierta en el líder por excelencia de la izquierda en España, Estableciéndose de hecho en nuestro país, el bipartidismo como materialización del debate ideológico derecha izquierda.


Con el tiempo el PSOE, después de 13 años en el Poder, empieza a mostrar signos de debilidad y su clase dirigente de un cierto aburguesamiento, cuestión que se acentúa, cuando en 1996, pierde las elecciones frente al Partido Popular que lidera José María Aznar, que se ofrece como la opción del cambio y la regeneración.


En 2004, sucede el trágico 11M en la Estación de Atocha de Madrid, y la nefasta gestión que el PP hace del mismo, le hace perder las elecciones, a favor de un PSOE, que aún no ha hecho su revolución interna y el mismo aparato, aburguesado y desprestigiado sigue mandando, 7 años más tarde y con una crisis económica galopante encima, el PSOE pierde de nuevos las elecciones, siendo substituido por un debilísimo Mariano Rajoy que rápidamente se muestra totalmente incapaz de gestionar el no solo el País sino el propio partido que se hunde un día tras otro en el lodo de la corrupción. Sucede también en aquellos días la irrupción en las calles del movimiento de los indignados conocido como el 15 M y un tiempo más tarde el nacimiento de dos nuevas fuerzas políticas una a la derecha (CIUDADANOS) y otra a la izquierda (PODEMOS), que dicen venir a acabar con el bipartidismo en España, y vendiéndose como que no son de derechas ni de izquierdas, cuestión que a mí me trajo el recuerdo de del discurso Joseantoniano. El tempo ha demostrado que estas dos fuerzas no venían a acabar con el bipartidismo si no a substituir a los que hasta entonces lo conformaban aprovechando sus debilidades, porque hasta incluso los propios poderes fácticos saben de la imposibilidad de acabar con el debate derecha izquierda y mucho menos cuando el neoliberalismo a nivel mundial se ha soltado la melena y pretende seguir con el dominio de la clase alta sobre el sometimiento de las clases medias y bajas.


Las bases del PSOE, reaccionan y buscan en un nuevo líder casi desconocido, como Pedro Sánchez, la revolución interna que permita recuperar los ideales primigenios adaptados a la nueva realidad; el aparato reacciona con virulencia y consigue hacer saltar a Pedro Sánchez de la Secretaria General, pero las bases no están dispuestas a dar su brazo a torcer por lo que completan su revolución sentando de nuevo a Pedro en la Secretaría General y apartando de la primera línea al antiguo aparato. Cuestión que les permite el 28 de abril de 2019 ganar las elecciones generales con una mayoría de 123 escaños.


Estos días asistimos a la decadencia de los partidos autodenominados de la nueva política, C’s i Podemos los que su indefinición ideológica y el egocentrismo de sus líderes les está llevando al desastre más absoluto, por cuanto todas sus acciones que pretenden en defensa de sus intereses acaban por dar el poder a la derecha más reaccionaria.


El debate derecha izquierda y la consecuente lucha de clases no tiene fin, aunque algunos se empeñen en negarlo, pues si se considera acabada, querrá decir que los trabajadores y clases medias han perdido a favor de los poderosos y que a partir de ahora, les espera una esclavitud, si derechos ninguno hasta el fin de la humanidad y que dejen de soñar con recuperar el poder para transformar la realidad que nos pretenden imponer, es ya imposible del todo.


No nos dejemos engañar más, ni por la derecha ni por falsas izquierdas. Todos aquellos que vivimos de una salario, o pensión, debemos seguir luchando para conseguir el poder y administrarlo de acuerdo con los principios básicos del socialismo, Libertad, Igualdad y Solidaridad y esto en España hoy por hoy solo el PSOE está en condiciones de garantizarlo.

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