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Un total de 190 familias participan en la escuela de padres e hijos de la Caixa

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Familias sevillanas en riesgo o situación de exclusión han tomado parte de esta iniciativa que forma parte de CaixaProinfancia, el programa de atención a la infancia en situación de pobreza promovido por la entidad financiera desde 2007.


Bajo el nombre de 'Aprender juntos, crecer en familia', el proyecto tiene como objetivo fomentar las competencias de los padres y reforzar las capacidades de los hijos de entre 6 y 12 años, entendiendo la familia como núcleo básico que les permitirá consolidar su propio proceso de crecimiento y acceder a nuevas formas de relación con los demás. Concretamente, se dirige a hogares atendidos por CaixaProinfancia que, por diversas circunstancias, requieren apoyo para desempeñar adecuadamente su tarea educativa. En el caso de Sevilla, 338 niños y 307 padres han participado en estos talleres educativos familiares.

Un total de once entidades sociales vinculadas a CaixaProinfancia (Entre amigos, ECCA Sevilla, Save the Children, Ánima Vitae, Fundación Mornese, Misión Urbana, Asociación Alternativa Abierta, Asociación Juvenil Candelaria, Aspanri, Mujeres de Santiago el Mayor y CAVA Sevilla) son las encargadas de desarrollar el proyecto en Sevilla.


La edad de los niños a los que se dirige este programa (6 a 12 años) es clave en términos de coeducación, porque en este momento es cuando empiezan a construir su representación del mundo, de las normas y de los valores que lo organizan.


Aprender juntos, crecer en familia consta de siete módulos de seis sesiones cada uno (dos dirigidas a los padres, dos a los hijos y dos conjuntas), lo que se traduce en una duración de doce semanas, a las que se añaden dos sesiones de refuerzo y de recordatorio al cabo de cuatro meses. El contenido de los talleres se ha desarrollado en colaboración con pedagogos, psicólogos y educadores sociales. En esta línea, se ha contado con el asesoramiento de la Universitat de Barcelona, la Universitat de Lleida, la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y la Universidad de La Laguna.


En el grupo de padres y madres se promueven los vínculos afectivos, se fomentan las relaciones educativas, se desarrollan las habilidades de comunicación y de organización familiar, la corresponsabilidad, el apoyo escolar y el fortalecimiento de las habilidades para afrontar las situaciones de conflicto. En el grupo de niños se trabajan fundamentalmente las habilidades sociales y su relación con el entorno familiar, escolar y social. Se promueven las habilidades y actitudes necesarias para facilitar un clima de afecto, comunicación y corresponsabilidad familiar.


Perfil de las familias


El trabajo conjunto con la familia permite llevar a la práctica lo aprendido en las sesiones de padres y de niños, fomentando que estos compartan sus reflexiones y aprendizajes mediante estrategias adecuadas (juegos, actividades recreativas, etcétera) que faciliten el entendimiento mutuo y la creación de dinámicas positivas en el hogar.


Los indicadores sociodemográficos dibujan un perfil de familias con vulnerabilidades de varios tipos: elevado número de hijos, bajos niveles educativos en ambos progenitores y un alto porcentaje de desempleo, sobre todo entre las madres, que alcanza el 66 por ciento, frente al 54 por ciento de los padres.


Estamos ante una población de familias con un grado muy alto de monoparentalidad, mayor que en la población general. El porcentaje de padres varones asistentes a las sesiones es de un 14 por ciento, lo que se explica, en parte, por la persistencia de estereotipos de género muy tradicionales que atribuyen el papel de crianza y educación exclusivamente a las madres.


Las familias inmigrantes representan el 45 por ciento. Su condición de inmigrantes no es un factor de riesgo en sí mismo, pero las hace más vulnerables a cualquier tipo de problema socioeconómico, de aislamiento social o de adaptación a la cultura receptora que puede repercutir negativamente en la estabilidad y convivencia de la familia.


Según la evaluación del proyecto 'Aprender juntos, crecer en familia' llevada a cabo las universidades asesoras, la participación de las familias ha derivado en mejoras concretas que no se hubieran producido por el mero paso del tiempo o por la presencia y recepción de ayudas puntuales.


Esto confirma que, para romper el círculo de pobreza, los apoyos y los recursos económicos son medidas asistenciales necesarias. Pero es igualmente necesario atender de forma integral otras necesidades de la familia a través de apoyos de carácter comunitario y social que ayuden a dignificar la vida de los padres que están en situaciones de pobreza, desempleo y precariedad.


El grado de asistencia del programa fluctúa en una horquilla aproximada del 70 al 85 por ciento, lo que supone una elevada tasa de participación en este tipo de programas.


En el caso de los hijos mayores de nueve años, estos consideran que sus padres han mejorado sus prácticas educativas llegando a un 97 por ciento de los casos en que se han producido cambios en algún aspecto. En particular, los hijos han observado un aumento del afecto y la comunicación (62%) y de las prácticas inductivas (58%); y, lo que es más importante, creen que han disminuido en un 75 por ciento las actitudes de crítica y rechazo, así como, sus prácticas educativas rígidas (70%) e indulgentes (75%).


Por su lado, los padres y madres también han evaluado los cambios en sus propias prácticas educativas, donde se ha observado que han mejorado entre un 89 por ciento (con hijos menores de ocho años) y un 100 por cien de los casos (en hijos mayores de nueve años). Concretamente, se presenta una disminución de la crítica y el rechazo (100%), las prácticas rígidas (79%), indulgentes (86%), autoritarias (69%) y permisivas (69%). Asimismo, han aumentado el afecto y la comunicación (60%) y las prácticas equilibradas e inductivas (64,3%).


CaixaProinfancia


En funcionamiento desde hace seis años, el programa CaixaProinfancia tiene por objetivo garantizar la promoción socioeducativa de niños y niñas de 0 a 16 años en riesgo o situación de exclusión, intentando garantizar que, pese a las dificultades, tengan la puerta abierta a un futuro mejor y disfruten de las mismas oportunidades que todos los demás.
Se desarrolla en otras siete ciudades españolas y sus respectivas áreas metropolitanas: Barcelona, Bilbao, Madrid, Murcia, Málaga, Valencia y Zaragoza, además de Mallorca y las Islas Canarias. En Sevilla y su área metropolitana ha llegado a 15.270 niños.


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