Tres detenidos por colocar cepos en cajeros automáticos

Uno de los arrestados tenía una orden de detención internacional y fue un operador de seguridad quien dio la voz de alarma al 091.

La Policía Nacional ha detenido en Sevilla a tres personas, una de ellas con una orden internacional de detención anterior, por presuntos delitos de estafa por manipular cajeros automáticos de sucursales bancarias de Sevilla para bloquear el dinero de los clientes que iban a extraerlo.

Según ha informado este cuerpo en un comunicado, fue un operador de seguridad quien dio la voz de alarma al 091 tras observar a través de las cámaras de seguridad de una sucursal de la calle José Laguillo cómo un individuo se encontraba manipulando presuntamente el cajero.

Al llegar al lugar, los policías observaron a tres hombres sentados junto a dicha sucursal, de los cuales, uno de ellos respondía a la descripción aportada por el operario.

Según detalla, uno de los sospechosos portaba las llaves de un vehículo que se encontraba estacionado a escasos metros del lugar, en el que los agentes encontraron diverso material utilizado para cometer este tipo de delitos como adhesivo soldador para PVC, un bote de pulimento líquido, tenazas y destornilladores.

Los tres individuos fueron detenidos y trasladados a comisaría donde los agentes comprobaron que a uno de los detenidos además de antecedentes policiales, le constaba una orden europea de detención y que debía ser entregado en su país de origen, Rumanía, por lo que fue puesto a disposición de la autoridad judicial.

Por su parte, los otros dos detenidos no presentaban antecedentes policiales y fueron puestos en libertad a la espera de citación ante la autoridad judicial.

Cabe destacar que entre los días 2 y 9 de agosto han llegado a recibirse en total seis denuncias de cajeros manipulados mediante el mismo 'modus operandi' en la zona.

MÉTODO 'CASH TRAPPING'

Según señala la Policía, los autores acudían presuntamente a los cajeros y colocaban cepos mediante el método denominado 'cash trapping', que consistía en colocar mediante adhesivo una pletina metálica del mismo color del cajero automático en la ranura extractora de dinero.

Cuando los clientes trataban de realizar una operación de reintegro de efectivo y el cajero dispensaba los billetes, éstos quedan atrapados en la pletina que los autores habían colocado previamente, por lo que el cliente de la sucursal se marcha del lugar sin poder hacerse con su dinero.

"A continuación, los delincuentes, que se posicionan en los alrededores de la sucursal esperando a que las víctimas salieran, acudían al cajero retirando presuntamente dicha pletina y liberando así los billetes para quedarse con ellos", agrega.