​La Diputación entrega distinciones a 'Mujeres Imparables' de la provincia por su trabajo y dedicación por alcanzar la igualdad

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Reconocimiento a la labor de 'mujeres imparables' de Huévar del Aljafafe e Isla Mayor y a las asociaciones de La Algaba, Aznalcóllar, Bormujos, Cazalla de la Sierra y San Juan de Aznalfarache


Mujeres imparables

La Diputación de Sevilla, a través de su Área de Cohesión Social e Igualdad, y a propuesta de los ayuntamientos de Huévar del Aljarafe, Isla Mayor, La Algaba, Aznalcóllar, Cazalla de la Sierra, Bormujos y San Juan de Aznalfarache, ha rendido homenaje a mujeres que cuentan en su haber con una trayectoria de lucha por la consecución de la igualdad real.

Josefa Tello, de Huévar del Aljarafe; Vicenta Aranda, de Isla Mayor, y las Asociaciones de Mujeres ‘Pilar García Desmaissiéres’, de La Algaba; ‘Maestra Mercedes Carnacedo’, de Aznalcóllar; ‘Abuelas Cuidadoras Clara Campoamor’, de Cazalla de la Sierra’; ‘Azuda’, de Bormujos y ‘Asamblea de Cooperación por la Paz’, de San Juan de Aznalfarache, son esas ‘Mujeres Imparables’ cuyos ayuntamientos de sus respectivos municipios han considerado que deben obtener ese reconocimiento que propugna la Diputación.

El acto también ha contado con la participación de la diputada de Presidencia,Trinidad Argota, y la asistencia de alcaldes, alcaldesas, concejales y concejalas de Igualdad, equipos técnicos de Puntos de Igualdad Municipal y de Centros de Información a la Mujer y representantes de otras asociaciones de mujeres de la provincia.


Reconocimientos

Josefa Tello, de Huévar del Aljarafe, destaca por su historia de vida y trabajo por la igualdad. Nacida en 1947 en Sant Adriá de Besós y trasladada después con su familia a Calafell empezó a trabajar desde muy joven para ayudar a una familia compuesta por diez personas. Tareas de empleada de hogar y agrícolas para sustentar a una familia que más tarde recaló en la provincia de Sevilla, en Huévar, donde siguió luchando para poder trabajar al no contar con su marido, enfermo e impedido para el trabajo. Desde sus inicios es una mujer incansable e imparable que ha propuesto numerosos proyectos que promueven la igualdad de oportunidades de las mujeres de la localidad. En la actualidad desempeña el rol de abuela cuidadora y participa en su Asociación como presidenta.

Vicenta Aranda, de Isla Mayor, una mujer valenciana que llegó a este municipio con 7 años. Hoy tiene 73. Pertenece a esa casta de mujeres llegadas de muchos puntos de España junto con sus familias que aspiraban a encontrar futuro en esta tierra y así, durante la década de los años 40 la compañía ‘Islas del Guadalquivir’ realizó cultivos experimentales de arroz y contrató a diversas cuadrillas de valencianos, llegados únicamente para realizar tareas de dicha planta y regresar a sus lugares de origen al finalizar la temporada. Vicenta, se quedó.

Actualmente, es vicepresidenta de la Asociación ‘Mujeres sin Fronteras’, que acaba de cumplir 25 años de actividad y dirige la revista de edición anual ‘Doña Constancia’, que vio la luz por primera vez en el año 2.000, en el umbral del denominado ‘siglo de las mujeres’. Esta revista y Vicenta son fiel ejemplo de empoderamiento de las mujeres en el municipio.

La Asociación de Mujeres ‘Pilar García Desmaissiéres’ de La Algaba ha sido una de las entidades reconocidas. Comenzó su andadura hace casi 30 años, es decana de las asociaciones de mujeres algabeñas y la que inicia en la localidad el movimiento asociativo que hoy cuenta con una red de asociaciones de mujeres con un alto nivel de participación en el tejido social comunitario. Poco a poco esta Asociación se ha hecho mayor, poderosa y representativa de una sociedad que salía de su letargo y comenzaba a pensar en femenino.

Entidad solidaria, implicada en los movimientos de voluntariado que apuesta por una educación en igualdad y por una Algaba libre, igualitaria y diversa y agrupa a más de 400 mujeres. Tras mucho trabajo y esfuerzo, la entidad consiguió alcanzar el viejo sueño de eregir un monumento a la Mujer, un 8 de marzo, a los pies de la Torre de los Guzmanes. El monumento representa a la mujer albabeña del pasado, del presente y del futuro, enlazadas como símbolo de unión y solidaridad y de cuyos pies salen ocho raíces simbolizando las ocho provincias andaluzas.

Asimismo, la Asociación ‘Maestra Mercedes Carnacedo’ de Aznalcóllar, comenzaba su andadura en 1990. Es una de las primeras asociaciones creadas en la comarca y cuenta con más 160 socias que trabajan ‘imparables’ ayudando a mujeres en pro de la igualdad, sensibilizando y dinamizando actividades en el municipio con talleres de barro, cerámica, bordados, flecos, pintura en tela y con exposiciones de fotografía, como la que lleva el título ‘Míranos, somos visibles!’. Trabajan con la ciudadanía en una labor de sensibilización con los más pequeños, jóvenes y adultos.

La carrera de esta Asociación es ‘imparable’ cuando se organizan sus socias para actividades que tienen mucha repercusión en el pueblo. No se conforman y siguen luchando por la igualdad y han ayudado a mujeres víctimas de violencia machista a salir de esa situación.

La Asociación Abuelas Cuidadoras ‘Clara Campoamor’ de Cazalla de la Sierra, con doce años de andadura, nació con la vocación de dar una salida formal a las ganas de aprender y trabajar en el grupo de abuelas cuidadoras para extender a otras mujeres los beneficios que ellas obtienen a través de la Asociación, derivadas de la participación y el encuentro, además de hacer posible que otras mujeres puedan conciliar vida laboral y personal. Son un grupo de mujeres que participa activamente en todas las actividades y campañas coeducativas que propugna el Ayuntamiento. Todos los años, en marzo, realizan el concurso ‘Carta a mi abuela’, con la finalidad de visualizar el papel tan importante que hacen estas mujeres en la sociedad como cuidadoras de sus niet@s para que sus padres puedan trabajar y con ello muestren el cariño hacia sus abuelas.

En cuanto a las asociaciones de municipios mayores de veinte mil habitantes, han sido reconocida la asociación ‘Azuda’, de Bormujos. Esta tiene su origen en una mujer, doña María Zúñiga, conocida por todos como doña María, reunióen 1990 a un grupo de amigas para trabajar por la mujer en unos años en los que la mujer estaba privada de muchas libertades y críticas por parte tanto de hombres como de mujeres. Doña María comenzó a reunir al grupo en su casa pero fueron creciendo y tenían que reunirse en los distintos bares del pueblo que permitían alojar las reuniones. A lo largo de su trayectoria, la Asociación ha pagado las facturas de personas que no podían y ha dado comida a quien no podía comprarla. Ha sido una asociación pionera que ha reivindicado el papel de la mujer y potenciando valores de igualdad, compromiso y labor social.

Y, por último, la asamblea de Cooperación por la Paz, de San Juan de Aznalfarache. Esta entidad incorpora la perspectiva de género desde su fundación en 1990 tal y como reflejan sus estatutos, destacando entre sus fines la promoción de la igualdad efectiva entre hombres y mujeres. En este sentido, la Asamblea incorpora este enfoque feminista en todos sus ámbitos de actuación: acción humanitaria, cooperación para el desarrollo e intervención social.

En acción humanitaria trabajan favoreciendo el cumplimiento de los derechos de las personas en situación de vulnerabilidad ante el Derecho Internacional Humanitario. En este sentido, las mujeres se encuentran en una situación a la que hay que poner en marcha acciones que fortalezcan la equidad de género como eje fundamental. También , en cooperación al desarrollo, los proyectos se realizan en 18 países donde el enfoque de género está integrado transversalmente en todos sus proyectos.

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