Agentes de la Guardia Civil de Sevilla tienen que comprarse sus propios chalecos antibalas

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Guardia civil

La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) en Sevilla, organización que goza de la mayor representación en el seno de la Guardia Civil, tanto a nivel estatal, autonómico como provincial, ha denunciado públicamente las carencias de material que padecen la totalidad de los agentes que prestan servicio en las vías públicas. En este sentido ha destacado que "resulta incomprensible que los responsables de garantizar la seguridad de los ciudadanos no dispongan de los medios básicos que les ayuden a salvaguardar la suya propia".


Un ejemplo de ello es el chaleco antibalas, un material de seguridad que puede salcar la vida a un agente y que brilla por su ausencia en el cuerpo de la Guardia Civil según AUGC, hasta tal punto que "deben ser compartidos entre miembros de las unidades". "También existen problemas con las tallas, y la ergonomía de los mismos para que coincidan con las características anatómicas de los agentes y, en el caso de las mujeres, este problema es aún más acuciante, ya que no disponen de prendas específicas adaptadas a su género" aseguran desde la asociación.


Ante esta situación son muchos los Guardias Civiles que optan por costearse de su propio bolsillo el chaleco antibalas, que tienen un coste aproximado de 600 euros. De hecho ante la demanda de afiliados, desde esta Delegación provincial, "se hicieron gestiones con una empresa del ramo, y algunos compañeros adquirieron dicha prenda. Algo que supone una fuerte inversión a realizar por parte de los propios agentes si quieren prestar el servicio con seguridad, dado que supone más de 1/3 de sus ingresos".


A esto se suma que, ante la amenaza del terrorismo yihadista, el Ministerio del Interior cursa una orden para que todos los agentes de Policía y Guardia Civil que mantengan contacto con los ciudadanos o custodien algún edificio o instalación porten en todo momento los chalecos antibalas.


Por otro lado, desde AUGC se demanda la incorporación de la pistola eléctrica "táser", al armamento que han de portar los agentes, puesto que en caso de actuación, esta herramienta permite reducir a un sospechoso sin llegar a hacer uso del arma de fuego.


Por estos motivos, la asociación ha informado que el pasado 14 de noviembre más de 12.000 trabajadores del Cuerpo y sus familiares protestaron democráticamente en Madrid en una gran Marea de Tricornios en señal de protesta, "aunque esto parece importar poco a los responsables de la Guardia Civil, los cuales hacen oídos sordos a las demandas de los agentes", finalizan desde la AUGC

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