Tiempo de diálogo, negociación y pacto

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Parece que los españoles llevamos un rey en el corazón y a todos se nos antoja, que somos únicos y lo que pensamos o decimos va a misa, y que todos los demás están equivocados; y si dado el caso, coincidimos con el pensamiento de otro, acabamos por buscar el más pequeño matiz para que sigan considerándonos únicos e irrepetibles.


Cuando esta característica la trasladamos a la ideología política, la cuestión acaba degenerando en un cainismo brutal que persigue la eliminación del que tenemos al lado y con el que coincidimos mas que divergimos, apoyándonos incluso si hace falta, en el rival más acérrimo.


Buena prueba de ello la vivimos en estos últimos tiempos, cuando unas formaciones denominadas emergentes a derecha e izquierda del panorama político, se han pasado una campaña electoral, lanzando dardos a sus homólogos ideológicos, mas que a sus contrarios. Así todos hemos visto como PP i Ciudadanos se han sacado los ojos, mientras que Podemos después de destrozar Izquierda Unida, se ha dedicado a cargar contra el PSOE, no dudando siquiera en utilizar la misma táctica que su rival ideológico C’s de emular PSOE y PP.


Después que los españoles hayamos hablado mediante las urnas, y el resultado haya sido un fiel reflejo del confusionismo reinante en las élites de la clase política, creo llegada la hora que nos dejemos de estúpidos egoísmos, y volvamos a la realidad pura y dura, donde la izquierda deje de agredirse para dedicar la totalidad de sus esfuerzos en la defensa de los derechos de la clases media y trabajadora, que últimamente han sido vulnerados y pisoteados tremendamente por las élites de los poderosos del planeta.


Es hora que la izquierda dialogue, negocie y pacte; no es hora de imponer condiciones, fuera de los estrictos intereses de clase; es hora de dejar de lado reaccionarias cuestiones identitarias y concentrar los esfuerzos, en u nuevo modelo económico capaz de proporcionar trabajo y creación de riqueza suficiente para atender las necesidades y derechos de nuestra sociedad.


Doce millones y pico de españoles han votado a formaciones de izquierda, contra once millones y pico que han optado por la derecha, cuestión que señala inequívocamente no solo la profunda división de la sociedad española si no la confusión en las llamadas clases populares, media y baja, donde algunos han llegado a creer que dejando el poder real en manos de las élites estas les van a solucionar sus problemas.


¿No creen Vds. que Podemos y PSOE, podrían ponerse perfectamente de acuerdo con la cuestión del separatismo en Cataluña en base a una España Federal? ¿A que viene ahora, por parte de Podemos, plantear la exigencia de un Referéndum secesionista en Cataluña, como condición sine qua non para cualquier negociación? ¿No les parece a Vds. que es favorecer el nacionalismo derechista de Artur Mas este planteamiento? ¿No están dando con ello la imagen, que les importa más romper cualquier posibilidad de pacto con el PSOE, aunque con ello renuncien al principio de internacionalidad de la clase obrera?


Francamente pienso que le están haciendo un flaco favor a la sociedad española con esta actitud, cuestión además, que le salió rana al Partido de los Socialistas de Cataluña, cuando en aras de retener y evitar una escisión del llamado sector catalanista, proclamaba también su convicción respecto al llamado “derecho a decidir”, por cuanto nadie entendió que se abandonara la conciencia de clase por una cuestión identitaria propia totalmente de la derecha más reaccionaria, como la que representa Artur Mas.


Para terminar, solo decir que espero y deseo por el bien del país y cuando digo país me refiero al conjunto de la sociedad española, que Pablo Iglesias y los suyos, demuestren la cordura suficiente de saber, el sitio que les ha otorgado la sociedad con sus votos, tercera fuerza política por detrás del PSOE; que el PSOE, no es su rival político si no una fuerza que ya demostró en su momento su capacidad de transformar la realidad en beneficio de la mayoría social, estableciendo el estado del bienestar en nuestro país, este que hoy el nacionalismo español, y catalán se han dedicado a desmontar estos cuatro últimos años. Son tiempos de dialogo, negociación y pacto, entre los que tenemos conciencia de clase, y estamos dispuestos al sacrificio para defenderlos, son tiempos de olvidar los intereses particulares en beneficio de los de todos. Solo así Sr. Pablo iglesias, va a ser posible encarrilar de nuevo al país en la senda del progreso; además así lo ha dispuesto el pueblo español, con sus votos, el pasado día 20.

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