San Sebastián recorre las calles de Los Palacios y Villafranca

El Patrón de Los Palacios y Villafranca, San Sebastián, ha procesionado en la mañana de este domingo desde la Parroquia de Santa María la Blanca hasta la Capilla de San Sebastián, sede de la imagen, en una jornada organiada por la Hermandad de la Vera-Cruz en el domingo más cercano al día de su festividad que será el 20 de enero.

La salida procesional, como es tradición, ha estado acompañada por el alcalde Juan Manuel Valle y miembros de la corporación municipal, junto con una nutrida representación de las instituciones palaciegas y cientos de vecinos.

La jornada dominical comenzó a las 10.30 con la Función Solemne en honor al Patrón, en la Parroquia Mayor de Santa María la Blanca, a cargo del párroco y director espiritual de la Hermandad de la Vera Cruz, Don Diego Pérez Ojeda. Una hora más tarde, poco después de las 11.45, se procedió a la salida procesional del santo mártir cuyo paso ha estado dirigido, un año más, por los capataces Javier y David Brenes.

El cortejo ha transcurrido por la zona histórica del municipio, las calles Nuestra Señora de las Nieves, Rabadanes, Nuestra Señora del Carmen, Plaza de España, Isaac Peral, Cervantes, Toledillo, Buenos Aires y San Sebastián para entrar en la Capilla del barrio del Furraque que lleva su nombre. El acompañamiento musical ha corrido a cargo de la Banda de Cornetas y Tambores del Santísimo Cristo de la Vera Cruz.

Historia de San Sebastián y Los Palacios

La imagen de San Sebastián, según la información aportada por el archivero municipal e historiador, Julio Mayo, ostenta el patronazgo de Los Palacios y Villafranca porque, con anterioridad al año de La Unión, en 1836, el santo mártir era ya Patrón de Villafranca de las Marismas. De hecho, el templo más emblemático de aquella antigua villa se dedicó a su nombre, la capilla de San Sebastián.

Según Julio Mayo, se entiende que muy pocos años después de 1501, fecha de fundación de Villafranca de las Marismas, el cabildo o el Ayuntamiento de la recién creada población, tuvo que acordar ofrecer un voto de promesa para que San Sebastián protegiese al vecindario de posibles epidemias de pestilencia. Finalmente, una vez superada las adversidades, fue proclamado santo protector y defensor de la nueva villa de Villafranca de la Marisma y así se mantiene hasta el día de hoy.