Familias afectadas por el comedor del Valdés Leal exigen a la Junta que inicie la obra antes de final de año

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El proyecto para la construcción del nuevo comedor está aprobado y paralizado desde 2019, ha recordado el AMPA en un comunicado. 


Comedor valdes lealLas familias del Centro de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Valdés Leal de Sevilla, con el apoyo de la Asociación de Madres y Padres (AMPA) del centro, se han concentrado este miércoles a las puertas del Parlamento de Andalucía para exigir a la consejera de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, Patricia del Pozo, el inicio de las obras para la construcción del comedor del colegio Valdés Leal en Sevilla antes de que finalice 2023 tras 16 años de espera.

El proyecto para la construcción del nuevo comedor está aprobado y paralizado desde 2019, ha recordado el AMPA en un comunicado. Sin embargo, la "dejación por parte de la Junta de Andalucía ha dejado el proyecto en un limbo administrativo, impidiendo su puesta en marcha 3 años después de su adjudicación". Desde la Delegación de Educación han contactado recientemente con las familias afectadas trasladando su "preocupación por la situación".

No obstante, los plazos que actualmente se están barajando resultan "totalmente inaceptables tras tantos años de demora y de dejación", han afirmado las familias. "No vamos a parar hasta ver cómo comienzan las obras y esperamos que esto suceda antes de finalizar este año", hasta el punto de que "ningún adulto entraría a comer a diario tal y como hacen los pequeños".

Desde el grupo de familias afectadas han insistido en la necesidad de "agilizar el proceso" y de "acortar los plazos tras el inexplicable e inaceptable retraso acumulado para la construcción del comedor en el CEIP Valdés Leal", han lamentado. En la concentración, las familias han hecho llegar a todos los asistentes al pleno del Parlamento de Andalucía un menú que recoge la realidad en la que comen a diario los niños de este colegio público para interpelar a todos los asistentes y preguntarles "¿Comería usted aquí?".

Actualmente, el centro utiliza como comedor casetas de chapa con capacidad para 70 personas donde comen a diario más de 270 niños menores de 12 años, en las que se superan los 40 grados de temperatura, con "filtraciones cuando llueve, moho a causa de la humedad y cuartos de baño totalmente deteriorados desde los que se vierten aguas fecales al patio del recreo". Según han expresado las familias, las caracolas provisionales en las que comen actualmente los niños "no cumplen con unos mínimos de dignidad".

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