Sevilla cierra julio con 3.221 parados menos

CCOO avisa de que la "leve" caída del paro es un "espejismo" por la "estacionalidad y temporalidad".

La provincia de Sevilla cerró el pasado mes de julio con 3.221 personas menos inscritas en las listas del paro, que suman aún 223.576 desempleados, si bien la afiliación a la Seguridad Social cayó en 2.557 personas. Dados estos datos, la unión provincial de CCOO avisa de que este "leve" descenso del paro es un "espejismo", al estar marcado por "la estacionalidad y altísima temporalidad".

En un comunicado, CCOO de Sevilla expone que esta "leve" bajada del 1,42 por ciento en el número de personas desempleadas de la provincia se produce en todos los sectores, excepto en la agricultura, donde aumenta el paro en 432 personas.

No obstante, el sindicato avisa de que el empleo que se crea "sigue siendo eminentemente precario". Y es que el 96,07 por ciento de los contratos firmados en la provincia el pasado mes de julio fueron de carácter temporal y sólo el 3,93 por ciento fueron indefinidos. "Estos datos certifican que esta alta temporalidad prácticamente está consolidándose en el mercado de trabajo, deteriorado tras las reformas laborales aplicadas", señala el secretario de Empleo de CCOO de Sevilla, Sergio Santos.

"UN ESPEJISMO"

Santos, así, ha exigido a las administraciones y a los empresarios "que dejen de vanagloriarse de unas cifras que sólo suponen un espejismo y que no atajan el terrible problema de paro y precariedad en el que la provincia sigue inmersa". Según Santos, "Sevilla necesita un cambio de modelo productivo para combatir las precarias condiciones del mercado de trabajo".

Sergio Santos ha mostrado además la "tremenda preocupación" de CCOO de Sevilla porque 112.844 parados de la provincia ya no cobren ningún tipo de protección. El sindicalista ha explicado que "esta cifra de personas sin ningún tipo de protección alcanza ya casi el 45 por ciento de personas en paro". Ante esta terrible realidad social, recuerda Santos que las organizaciones sindicales CCOO y UGT llevan exigiendo desde hace años una renta mínima de inserción, "un ingreso que permita vivir con dignidad a quienes ya no tienen nada", presentando una I.L.P. avalada por casi un millón de firmas.