El Sevilla gana su primer trofeo a falta del premio gordo

El Sevilla llegará invicto a la final contra el Real Madrid del próximo día 9 de agosto. Puede que sea anecdótico, especialmente en pretemporada, pero la racha y la competitividad del equipo continúa intacta a pesar de los cambios, no solo de nombres sino de estilo. Mientras llega la primera de las citas esperadas por el sevillismo, el Sevilla venció 2 a 0 al Granada y se hizo con el torneo del equipo narazí en el último partido antes de la final europea.

Más allá del debut (goleador) de Vietto y de Ben Yadder, el equipo volvió a ser reconocible en su sistema y sus ideas, con sus lógicos desajustes pero sin perder ni un ápice de vista el libreto de su entrenador: Presión, intensidad y control del esférico. Eso sí, su homólogo en el Granada, Paco Jémez, le presentó batalla con su misma medicina y dejó al aire algunas de las carencias del equipo nervionense como su continuidad, precipitación en las combinaciones y demasiado espacio entre líneas en algunas ocasiones.

La primera parte fue un correcalles en las que ambos equipos dispusieron de ocasiones claras debido al riesgo que asumieron que incluye manos a manos bien resueltos por los porteros y llegadas peligrosas por ambos bandos. No obstante el marcados no se movió hasta la segunda parte cuando salió a relucir la mayor calidad de los jugadores que ayer vistieron de amarillo. Especialmete acertado estuvo un dinámico Vietto que demostró en su debut sus cualidades y se encargó de marcar en una jugada que comenzó con un robo de balón suyo. De igual forma se gestó el segundo gol sevillista, en un robo que terminó a los pies de N'Zonzi y que dejó al Granada tocado y sin margen de maniobra.

Dio tiempo de alguna que otra llegda, el debut del recién llegado Ben Yedder y la vuelta, con buenas sensaciones, de Kiyotake, pero todo se centra ya en el primer gran título de la temporada al que se llega de la mejor forma posible: ganando.