La cara buena del Sevilla vence al Lyon

Si a cualquier aficionado del Sevilla F.C. (incluso imparcial), le dices que el conjunto sevillista va a vencer al Lyon y encima hacerlo con claridad en el descanso del partido, seguro que hubiese creido que era una broma de mal gusto. Pero no. El equipo hispalense jugó los mejores 45 minutos de toda la temporada, arrasando al equipo frances en una segunda parte donde las ocasiones cayeron en cascadas de forma que el 1 a 0 final pareció un resultado corto.

Y es que el Sevilla volvió a ser el equipo espeso, sin profundidad ni llegada y con fallos en el pase que complican a su defensa y portero. Y eso que Sampaoli salió con toda la artillería, similar a lo que hizo contra el Español, jugando con dos delanteros, Vietto y Ben Yedder, y un centro del campo ofensivo con la izquierda para Vitolo y la derecha para Franco Vázquez, Nasri ocupando la parcela central libremente con N'Zonzi como pivote defensivo. Atrás, Mariano y Escudero eran más carrileros que laterales, incluso se vio por momentos al lateral izquierdo como tercel central, aunque esa posición era para Pareja y Mercado. La portería para Sergio Rico.

El plan era claro: presionar, abrir el campo y llegar al área rival en pocos toques. Pero la puesta en marcha del mismo por parte sevillista fue inofensiva e incluso fue el Lyon quién se acerco con más claridad a la porteríad defendida por Rico como demostró Fekir con su disparo al larguero cuando apenas se cumplía el cuarto de hora. O sea, más de lo mismo, posesión y dominio ficticio del Sevilla pero la pegada la ponía el rival. Aún así, las debilidades defensivas del Lyon permite alguna llegada peligrosa como un mano a mano de Vietto que tira al muñeco, es decir, al portero frances. Poco más hizo el Sevilla hasta el descanso excepto por un gol legal sevillista mal anulado por el árbitro.Sin embargo, el Lyon aparece con más peligro y tiene alguna que otra ocasión más que, por suerte, se fueron al limbo. Aparecen los silbidos en el Sánchez Pizjuán que ya se temía lo peor.

Por suerte, el descanso le viene bien al Sevilla y a su entrenador que, con dos retoques, incluyendo la entrada de Iborra por un desfondado Vázquez, cambia la imagen del Sevilla como la noche al día. Se trata de un equipo que no solo manda sino que encierra al Lyon en su campocon llegadas constantes sin descuidar la defensa.

A esto ayuda también el gol de Ben Yedder tras asistencia de Vietto al poco de comenzar la segunda parte. Pero el gol no relaja al equipo. El Sevilla llega una y otra vez pero sin el gol de la tranquilidad, quizás la asignatura pendiente del estupendo segundo periodo sevillista. Un aspecto a tener muy en cuenta porque, aunque el Lyon parece hundido, cuenta con dos ocasiones claras que primero rico y después, de nuevo, el poste, salvan al equipo de nuevo.

Pero el partido es otro. El balance defensivo sevillista es adecuado a lo que requería el partido y el ataque, fluido e intenso, con un Nasri imperial haciendo jugar a los suyos, permiten no menos de una docena de claras llegadas, penalti incluido fallado por Vietto. Manos a manos, balones sacados bajo palos, otros que se marchan por centímetros,...

El pitido final acaba con alegría sevillista que convierte en oro el punto de Turín y que incluso hace soñar a sus aficionados con pasar primero de grupos. Eso es aventurarse mucho pero lo que sí es cierto es que el pase a octavos se encarrila pero lo mejor fue la imagen sevillista en el segundo tiempo, que debe repetirse con más asiduidad.