Los Palacios y Villafranca conmemoran el 180 aniversario de la unión de ambas villas

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Unin palacios villafranca

Los Palacios y Villafranca ha conmemorado el 180 aniversario de la unión de ambas villas con una sesión institucional corporativa en la que se ha presentado el primer escudo de esta fusión recientemente descubierto. Al acto asistieron, junto al alcalde Juan Manuel Valle y el resto de la Corporación palaciega, el presidente de la Diputación Provincial de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos, el alcalde de Utrera, José María Villalobos, y los tenientes de alcaldes de Dos Hermanas, Antonio Morón, y Alcalá de Guadaíra, Enrique Pavón, así como los anteriores regidores del municipio Juan Valle y Domingo Chamorro, y representantes de la vida cultural, económica y social.


En su intervención, el alcalde Juan Manuel Valle agradeció la presencia de los representantes de los ayuntamientos de las poblaciones vecinas limítrofes y de la Diputación de Sevilla, que en 1836 apoyaron la reorganización territorial de la provincia de Sevilla, toda vez que ambos Cabildos solicitasen unirse en una misma entidad poblacional. El regidor destacó también el papel fundamental de los manchones y la marisma en la idiosincrasia palaciega, la puesta en común de los valores de la unión, que identifican a un pueblo "trabajador y con iniciativa, acogedor, respetuoso y tolerante". Valle resaltó la relevancia de estos actos conmemorativos, que ha animado a varios colegios a abordar en sus clases aquel proceso histórico y valoró la obligación del Ayuntamiento de impulsar aquellas iniciativas que den a conocer la historia local y promuevan sus valores, "gracias a estos actos conmemorativos, muchos comenzarán a preocuparse y se investigará más sobre nuestra historia, incluso más allá de estos últimos 180 años en los que Villafranca de la Marisma y Los Palacios han caminado juntos".


El presidente de la Diputación Provincial de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos, quien antes del acto institucional firmó en el Libro de Honor del Ayuntamiento, insistió en su voluntad de promover un municipalismo fuerte y de sumar y acercar la institución a los ayuntamientos, como hace casi dos siglos, en favor del interés general de los vecinos. Además, destacó la vitalidad y el empuje de las gentes palaciegas para encarar el futuro con optimismo, al tiempo que valoró los productos locales. Rodríguez Villalobos recordó asimismo que ya en 1836, la Diputación provincial tomó parte activa en aquella unión, "y aquel mismo espíritu es el que, a día de hoy, sigue imperando en lo que a diario hacemos Diputación, ayuntamientos y provincia. La entidad que presido va a estar siempre al lado de los ayuntamientos de la provincia de Sevilla, escuchando, apoyando y reforzando la labor municipal porque ese es el cometido para el que existen las diputaciones, y desde ahí un acto como el que ahora celebra la unión de Los Palacios y Villafranca es un hito que la Corporación provincial hace suyo porque es esencia y ejemplo vivo del camino a seguir".


Los portavoces de los cuatro grupos municipales de la Corporación palaciega, IP-IU, PP, PSOE y PA, dieron lectura a distintos textos históricos concernientes al proceso administrativo y político de la unión. Concretamente, Pedro Amalio Moguer Caro (PA) habló de la primera Corporación municipal tras este hecho, su ubicación y la composición de la misma; Belén Gayango Leal (PSOE) resaltó la significación del escudo palaciego tras la unión concretándose el orden de la denominación exacta del municipio que había nacido; el texto expuesto por Rafael Ruiz Guzmán (PP) versó sobre el Arroyo de la Raya, la frontera más simbólica que marcaba la separación jurisdiccional de cada una de las villas, y Jesús Condán Navarro (IP-IU) dio lectura al texto sobre "una acera de cada pueblo" y el hecho de que la Plaza de España terminara convirtiéndose en el centro neurálgico del nuevo municipio cuando antes de la unión, cada acera perteneció a un pueblo distinto.


También el alcalde de Utrera, José María Villalobos, y los tenientes de alcaldes de Dos Hermanas, Antonio Morón, y Alcalá de Guadaíra, Enrique Pavón, en una breve intervención, destacaron los lazos afectivos, históricos y socioeconómicos que vinculan a estos municipios, que, como recordó el regidor utrerano, suman más de 300.000 habitantes y suponen la gran corona del sur de la provincia de Sevilla. Todos ellos, además del presidente de la Diputación, recibieron una reproducción del sello original que dio origen al primer escudo tras la unión. Otra placa conmemorativa con esta imagen se descubrió en la fachada de la Casa Consistorial.




Sello del escudo

Con anterioridad, junto a un estrado decorado con una acuarela obra del pintor local Emilio Gavira, el alcalde y el presidente de la Diputación de Sevilla descubrieron una reproducción a gran tamaño del sello del escudo, recientemente descubierto en un documento de los archivos del Arzobispado de Sevilla y autentificado por la Institución Colombina. El historiador y archivero municipal Julio Mayo ha explicado las características de este sello, que tiene una gran importancia para la historia palaciega, ya que apenas existe constancia documental de aquel proceso de fusión.


Se trata de un sello que aparece en un documento eclesiástico relativo al nombramiento de un sacerdote para la parroquia del nuevo municipio y fechado el 12 de junio de 1836.


Julio Mayo resaltó que este escudo resuelve "muchos enigmas", como la denominación del pueblo ya entonces nombrado como "Los Palacios y Villafranca", cuando durante décadas se creyó que la denominación original fue la de "Villafranca de la Marisma y Los Palacios". También destacó el protagonismo de los vecinos caracterizados en las dos figuras que aparecen en la parte central, un labriego representando a los vecinos Villafanca y el administrador de la Casa de Arcos hasta ese momento propietaria de la jurisdicción de la villa de Los Palacios.


Otra de las grandes aportaciones del descubrimiento efectuado por Mayo es haber revelado que los dos hombres se abrazan fraternalmente, y no estrechan sus manos como hoy luce el escudo actual. Las bondades de la potencialidad agropecuaria quedan simbolizadas en el blasón, con un ejemplar de ganado vacuno, una planta de vid y, en la parte inferior, con la leyenda La Unión. El historiador local, con una intervención muy didáctica, exaltó el origen rural del pueblo y el sufrimiento que todos sus antepasados han tenido que padecer trabajando expuestos al sol para ganar el sustento de sus familias, "tienen escrita la historia de este pueblo las palmas de las manos encalladas y endurecidas de las mujeres y de los hombres, agrietadas y "renegrías" pero preñadas de humanidad". 

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