El Sevilla colidera la Liga mientras el Betis respira

La jornada novena de la Liga Santander trajo a los equipos sevillanos dos victorias de peso. Así, el Sevilla FC venció este domingo al Atco. de Madrid por 1 a 0 en un partido jugado con seriedad por el conjunto local ante el hasta ayer líder de la liga que lo aupa al segundo puesto a solo un punto del Real Madrid. Por su parte, el Real Betis consiguió una agónica victoria en campo de Osasuna por 1 a 2 que le da aire en la clasificación aunque no termina de convencer ni el juego ni las formas del entrenador a buena parte de la afición que vio además como su ídolo, Rubén Castro, salió del banquillo para jugar 10 minutos.

Empezando por lo más reciente, el Sevilla de Sampaoli sigue al alza. Ya casi nadie se acuerda del inicio errático de temporada cuando sonaban pitos en el Pizjuán a pesar de que sumaba puntos. Ahora el equipo compite y sigue ganando, como demostró ayer ante uno de los equipos más en forma de Europa, el Atco. de Madrid de Simeone que perdió en el Sánchez Pizjuán su condición de invicto en la liga.

Parece que Sampaoli ha dado con la tecla y tiene un once más o menos definido donde son intocables hombres como Pareja, Nzonzi (autor del gol de la victoria) y Nasri, a día de hoy columna vertebral del equipo. A ellos se suman jugadores importantes como Vitolo, Mariano, Ramí, Escudero o Vietto para conformar un equipo competitivo, alejado del juego de ataque pregonado por su entrenador a inicios de liga pero mucho más equilibrado.

Ayer, sin ir más lejos, alternó fases de dominio con el equipo del Manzanares, y creo, como mínimo, las mismas ocasiones de gol. Tras una primera parte de control del balón pero con poca profundidad, el Sevilla comenzó con ganas la segunda parte con una fase de buen juego y combinaciones rápidas que desarbolaron a su rival, teniendo como eje a Nasri. Precisamente el francés tiró al palo tras fantástica jugada colectiva y Vitolo se encontró con el paradón de Oblak a su tiro a bocajarro.  El partido se igualó tras los cambios de Simeone y temían entonces los sevillistas que cualquier contra o jugada de estrategia permitiera adelantarse al equipo colchonero pero ocurrió lo contrario. Un saque de banda sin aparente peligro, permitió a Vietto alargar el balón a la carrera al espacio de Nzonzi que le ganó en carrera a sus rivales para quedarse solo ante Oblak y batirlo por bajo. El partido no estaba ganado pero muy encarrilado tras la expulsión de Koke por doble amarilla tras llegar tarde a un balón dividido. Entonces, el Sevilla, al igual que en Croacia, decidió mantener el balón y olvidarse de atacar viendo el cansancio de su rival, y sufrió con los balones aéreos al final del partido.Pero la victoria estaba en el zurrón y el Sevilla sigue en la cabeza de la liga, cada vez más seguro de lo que hace y más peligroso para sus rivales.

Victoria agridulce del Betis 

Nunca una victoria generó tanta polémica, aunque estando el Real Betis por medio nada de esto es extraño. Venció el equipo verdiblanco en el Reino de navarra por 1 a 2 ante un Osasuna voluntarioso pero pobre de calidad y lo hizo en el último minuto con gol del chileno Felipe Gutiérrez. Pero desde el inicio del partido ya se había generado controversia. y es que el entrenador Gustavo Poyet, que había anunciado cambios tras el ridículo casero ante el Real Madrid, cumplió su promesa y al cambio de sistema hacia el 4-5-1-1, lo acompañó con un banquillazo, entre otros, al delantero estrella y máximo goleador de la historia del club Rubén Castro. Palabras mayores para una afición cansada del mal juego de su equipo y que además arrastra una pesada losa de proyectos deportivos fallidos en los últimos años.

Lo deportivo parecía pasar incluso a un segundo plano en las redes sociales, tan de moda en estos tiempos, donde había béticos que incluso preferían que perdiera su equipo para cambiar de entrenador. No fue así aunque el juego bético tampoco fue de campanillas. Comenzaron bien los verdiblancos, con control del juego y, por fases, del esférico, gracias al dominio numérico en el medio del campo donde Petros fue capitán general e incluso sirvió un buen pase a la espalda de la defensa navarra para que Joaquín lo mejorase aún más con su remate en escorzo para una vaselina imposible para el portero local. Pero cuando todo hacía pensar que el plan salía a la perfección, Osasuna tiró de orgullo y Betis, una vez más, volvió a demostrar endeblez. Dos ocasiones claras antes del descanso, una de ellas salvada bajo palos por Felipe Gutiérrez, a la postre héroe de la noche, pudieron producir la remontada.

El descanso parecía salvar al Betis pero nada más lejos de la realidad. Tras un aviso, Osasuna aprovechó la debilidad defensiva de Piccini por el costado derecho verdiblanco para, tras rebote en el poste, empatar el partido a cargo de Roberto Torres. Y pudo ser peor si Adán no para un buen tiro de Berenguer que hacía lo que quería con el lateral italiano verdiblanco. A partir de ahí, el Betis volvió a coger aire y fue avanzando metro a metro para alejar a Osasuna de su área y meterlo en la suya. El trabajo de Petros y la calidad de Joaquín entre líneas, más el despertar de Sanabria, hacía albergar esperanzas de victoria que pudo llegar en cuatro buenas ocasiones, una de ellas al errar Joaquín un mano a mano en el que se vio falto de fuerzas.

El partido estaba para que el Betis lo rematara pero Poyet volvió a hacer los cambios demasiado tarde, especialmente después de que Osasuna se quedara con uno menos por expulsión justa por agresión de Rivere (que acababa de salir). Cuando todo parecía apuntar al empate llegó la falta de 35 metros en la que Felipe Gutiérrez decidió probar suerte con un duro chut que se coló en la red con la colaboración del portero que pudo hacer más. Alegría verdiblanca, aunque no completa. El equipo respira en la clasificación con 11 puntos pero su entrenador no puede hacerlo aún. Tendrá que mejorar mucho el juego y manejar bien la situación con sus jugadores y afición.