Una gran primera parte no le da al Sevilla para vencer al Barcelona

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Sevilla barcelona

Nueva prueba de toque para saber si el Sevilla F.C está para cotas mayores,tras la visita hace un par de semanas del Atlético de Madrid. Pero esta vez el buen partido sevillista no fue suficiente, especialmente una espléndida primera parte, para vencer o, al menos, empatar ante un Fútbol Club Barcelona que se encomendó a Messi para remontar el gol inicial de Vitolo con goles del astro argentino y Luis Suárez.

Poco se le puede achacar al cuadro sevillista, quizás más instinto de gol en la primera parte cuando durante 30 minutos maniató al equipo blaugrana, y algo más de refuerzo defensivo en la segunda cuando llegó el aluvión catalán. Quizás esto último fue el mayor error de Sampaoli que planteó bien el partido pero que no acertó a leer lo que pedía el encuentro durante su transcurso.

Salió el Sevilla con lo mejor que tiene actualmente, sin contar las bajas de Mercado por sanción y Pareja por lesión. Rico; Mariano, Ramí, Carriço, Escudero en defensa; Nzonzi, Nasri y Vázquez en medio; Sarabia y Vitolo en las bandes y Vietto arriba. Más bajas acumulaba el Barcelona, especialmente en defensa pero el equipo catalán cuenta con un tal Leo Messi que si se dispone a jugar en plan estrella es casi imparable. 

No obstante tuvo el Sevilla sus opciones de llevarse el partido a pesar del argentino. Y es que el equipo de Sampaoli empezó enchufado, presionando muy arriba y atragantando al Barcelona que solo tuvo una clara ocasión en el minuto dos en un disparo demasiado cruzado de Suárez. Mientras, los robos de balón en zona contraria eran aprovechadas por los sevillistas para llegar con velocidad arriba, especialmente con un Vitolo muy activo. Se sucedían los córner y centros al área y ya Nzonzi pudo hacer el primero en un cabezazo. No se podía quitar el agobio de encima el Barcelona cuando un pase a la espalda de Sergi Roberto, que no logra despejar, deja a Vitolo solo frente a Ter Stegen para batirlo por bajo. Locura en el Sánchez Pizjuán que veía posible que otro de los candidatos al título cayera en casa. Ese fue el momento del Sevilla y no lo aprovechó. Poco a poco, fruto del lógico cansancio, el duelo se fue equilibrando y en una de las pocas llegadas blaugranas, Messi disparó pegado al palo y con mucho efecto a pase de Suárez para igualar la contienda junto antes del descanso. 

Quizás fue por el golpe psicológico, o por el propio cansancio o porque el Barça espabiló alentado por su superestrella argentina, pero al Sevilla se le vino un aluvión de juego y ocasiones en la segunda parte. El Barcelona, con un Messi que aparecía por todos los rincones del campo (incluso defendiendo como lateral derecho), empezó a acular a los sevillistas en su propio campo y llegaron las ocasiones. Avisó Luis Suárez tras un buen pase de Mascherano, también Neymar pero a la tercera Messi, como no, dio un pase de gol al delantero uruguayo que esta vez acertó para culminar la remontada. Quedaba aún mucho partido pero se veía que salvo hecatombe blaugrana, se jugaría al ritmo de Messi y eso es demasiado para casi todos, incluso de este buen Sevilla al que los cambios de refresco de Sampaoli parece que llegaron demasiado tarde. Nzonzi estaba demasiado solo y cansado como para parar las contras blaugranas y solo el acierto de Rico mantuvo un hálito de esperanza hasta el el árbitro finalizó el partido.

Parece que este Sevilla sigue un peldaño, cada vez menor, con respecto a los más grandes, pero tiene un mérito enorme la capacidad competitiva de este equipo que esta vez no pudo con el Barça o, mejor dicho, con su gran estrella Leo Messi.

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