Comienza la era Víctor en el Betis

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Presentacin victor

Había mucho interés en conocer los planos de Víctor Sánchez del Amo, el nuevo entrenador del Real Betis Balompié desde la madrugada del pasado sábado. El plan de juego, la situación de Rubén Castro o Ceballos o el equipo de trabajo estaban entre temas de mayor interés pero, las primeras palabras del exjugador del Real Madrid y Deportivo dejaron claro que el objetivo es el propio Betis como equipo


Con un talante tranquilo y conciliador, nada que ver con sus acompañantes en la mesa Miguel Torrecilla y Ángel Haro, mostró la línea que quiere seguir aunque, como buen jugador, se guardó algunas de sus cartas "para no dar pistas a los rivales".


A pesar de su corta experiencia como técnico, Víctor sabía a lo que venía y dónde venía, por lo que tenía preparadas con total seguridad algunas de sus respuestas. Así, sobre la situación y posición de Rubén Castro, pregunta ya manida, el técnico no dudó en situar al delantero canario como pieza fundamental en el equipo."Para nosotros es un jugador fundamental. Rubén va a jugar de delantero, que es donde entendemos que más nos puede aportar y donde la eficacia del equipo va a subir. No hay ninguna duda al respecto, pero él va a ser importante en el equipo igual que el resto de los compañeros".


También salieron a relucir los nombres de Musonda y Ceballos, jóvenes valores en el ostracismo con Poyer. Como no podía ser de otra forma, Víctor espera sacarles rendimiento ya que se tratan de "dos buenos ejemplos de futbolistas que tienen talento y un potencial tremendos". Y responsabilizó a su cuerpo técnico "de coger jugadores con un valor y dejarlos con otro. Eso es un activo para el club, significa que se eleve el valor de esos activos y además haya un rendimiento. El plan para Musonda y Ceballos es el mismo que el de cualquier compañero. Todos parten de cero, va a haber un trabajo diario y hay que ganarse el puesto en el once".


El ambiente de crispación instalado en la afición no preocupa en demasía a Víctor, que no quiso entrar al trapo para no meterse en ningún problema, recurriendo a su experiencia como jugador y técnico. "He vivido momentos de crispación tanto de futbolista como de entrenador, ya que cuando llegué al Deportivo también había un ambiente social muy complicado. Todo desencadena en el cambio de entrenador, pero nosotros ya trabajamos en mejorar. El ambiente en el vestuario es muy bueno, y lo que queremos es que eso se mantenga", ha comentado al respecto.


Una de las cartas que se guardó, no se sabe si por desconocimiento aún de la plantilla o para no revelar nada a sus rivales, es sobre el estilo de juego que quiere que tenga el Betis. Al respecto afirmó que "prefiero guardar la sorpresa de cómo vamos a jugar. Para nosotros es confidencial porque si no le damos pistas a los rivales. Y no nos podemos quejar del tiempo porque eso es cómodo. Hemos hecho un análisis exhaustivo este pasado fin de semana, pero ya teníamos información del Betis porque es nuestra obligación. Aunque no tengas un equipo sí tienes que estar muy preparado por si aparece la oportunidad de entrenar. Desde ya hemos empezado a trabajar en aspectos fundamentales que creemos indispensables para poder mejorar. Queremos que pronto haya rasgos significativos para que la afición los reconozca, pues ésta es lo más grande de este club".


Al hilo de una pregunta sobre la planificación del club sobre la contratación del nuevo entrenador y dirigida al Director Deportivo, el técnico echó un capote afirmando que aunque el choque ante Las Palmas (viernes a las 20:45 horas) llega en solo cuatro días tras el descanso de la plantilla el fin de semana, se tiene tiempo suficiente para prepararlo. "Considero que el descanso forma parte del entrenamiento, ese descanso estaba planificado y encajaba bien en la organización de nuestro trabajo para afrontar el partido del viernes. Dijimos que estaba perfecto así y que empezábamos el lunes". Por último, el técnico bético dejó claro cuál es su objetivo en su nueva etapa: "Ganar cada partido. Cualquier otro objetivo a largo plazo tiene que pasar por el corto plazo. Vamos a ir a ganarle a cualquier rival, ya sea en casa o fuera".


Los resultados y el juego dictarán sentencia pero la sensación de tranquilidad y normalidad del nuevo técnico verdiblanco adquieren un importante significado en un club como el Betis en continúa transformación. Solo le queda que el equipo funcione por el bien suyo y de los béticos.



Falta de autocrítica de Haro y Torrecilla


Si Víctor Sánchez del Amo puso cordura y tranquilidad, nada tuvo que ver las intervenciones del presidente del Betis, Ángel Haro, y del Director Deportivo Miguel Torrecilla, que defendieron su gestión durante la crisis sin un menor de autocrítica.


El primero en tomar la palabra fue el presidente, Ángel Haro, que volvió a mostrar su nerviosismo por las críticas que sigue recibiendo y que le lleva a hacer un discurso agresivo y vehemente. Así, comenzó presentando al técnico anunciando que "viene a una plaza compleja" aunque confiando en que "a poco que vayan bien las cosas, cambiará".


Sobre el proceso de contratación, afirmó que "ha sido totalmente adecuado. No ha habido ni falta de plan B, ni improvisación, ni ninguna de esas tonterías que he leído. Los tiempos del club no son los de los medios de comunicación. Entiendo que haya personas que hubieran hecho las cosas de otro modo, pero que las pongan en práctica cuando estén en el organigrama de un club". Las propias palabras y el tono no ayudaron a calmar la tensión que comenzaba a incrementarse en la sala de prensa.


Y la situación se agravó ante la pregunta de si la corriente crítica y dirigida con los dirigentes del club, acusación que hizo Haro en el mes de septiembre, había afectado a la decisión de destituir a Poyet. Ahí, el presidente bético comenzó afirmando que "nunca he culpado a la afición de nada. Yo lo que dije, además literalmente, fue que el aficionado debe y puede hacer lo que considere oportuno, pero hay actitudes que ayudan y otras que no. Sí dije el tema de la campaña mediática, después precisé que me refería a líneas de comunicación comunes, que sigo pensando que existen, para las que todo lo que pasa en el club es malo, el presidente es un inexperto... Se habla con desprecio de que el presidente no sabe ni hacer un organigrama, acerca de alguien que tiene más de 1.500 trabajadores. Sigo pensando lo mismo". Terminó afirmando con un rotundo "no" a la pregunta directa del periodista con el que se había enfrascado en la discusión.


Sin una actitud tan agria pero sí incómodo habó también Torrecilla. Comenzó presentando al nuevo técnico bético como alguién "preparadísimo para el reto" y afirmando que fue él quien transmitió al consejo de administración la posibilidad de la destitución de Poyet, porque le empezaron a generar "ciertas dudas" la marcha del equipo, sobre todo después de los dos últimos partidos.



Tras agradecer el trabajo a Poyet, se deshizo en elogios hacia Víctor de quien destacó "sus ganas de mejorar, que lo llevó a tener una etapa de asistente y de estudio antes de dar el paso en el Deportivo de La Coruña". Asimismo valoró "su forma de ver al fútbol y la manera de ganar los partidos creo que para el Betis es lo que se demanda. Es un entrenador muy cercano, pero pide exigencia, compromiso y rendimiento".


Cuestionado si la destitución de Poyet es un fracaso en su planificación, Torrecilla comenzó su fase más defensiva argumentando que "el mundo del fútbol te lleva a tomar decisiones" y desviando a la jornada 38 la decisión de hablar o no de fracaso y conseguir el objetivo.


Ahí comenzó el nerviosismo del Director Deportivo que defendió a capa y espada su gestión de contratación del nuevo técnico a pesar de la tardanza en realizarla. "Los candidatos y el elegido han sido consensuados. Se ha respetado la programación de los entrenos que había marcado. El plan B se inicia el martes. Antes no había nada. Se nos caería la cara de vergüenza ser vistos en una reunión sin que nuestro entrenador (Poyet) estuviera informado. La dignidad y la reputación están por encima de todo" afirmó en tono serio.


Torrecilla continuó con su defensa a la gestión afirmando que "después del partido del Villarreal, tuvimos una jornada de reflexión el lunes y empezamos el martes. Le comunicamos a Poyet que íbamos a rastrear el mercado. Anunciamos el viernes al entrenador y los jugadores ya estaban de descanso. Antes del martes no nos habíamos reunido con ningún entrenador porque no queríamos filtraciones ni imágenes de reuniones, como las ha habido".


Por último, el salmantino explicó los motivos de la destitución del uruguayo: "El cambio de entrenador llega por una dinámica que se podía mejorar o empeorar. Entiendo que la dinámica generaba dudas de no mejorar. Los dos últimos partidos me demostraron que podíamos empeorar en esa dinámica".

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