La bomba de calor, el sistema de calefacción eficiente para el clima español

El frío ha llegado con fuerza a la península ibérica y, como es normal en esta época del año, algunos de los mayores gastos que tienen que asumir la mayoría de las familias son las facturas de su consumo energético doméstico que se desprenden de la utilización de diferentes sistemas de climatización, como la calefacción o el aire acondicionado. Y es que debido a las condiciones climatológicas de la estación invernal en muchos lugares de España, no se puede evitar el uso de estos aparatos para aumentar la temperatura de los hogares, por eso, al menos, hay que tener en cuenta las distintas características de éstos para aprovechar al máximo su eficacia.

Entre las diferentes opciones que se brindan hoy en día se encuentra el aire acondicionado doméstico que ahorra energía, purifica el aire y adapta su funcionamiento a las condiciones de cada hogar para aumentar al máximo el confort de la familia. Además, cabe destacar que este tipo de aparatos cuidan y respetan el medio ambiente. El aire acondicionado se puede usar en cualquier fecha del año, no solo en verano, aunque en invierno existen otras opciones menos conocidas como la bomba de calor, que fue elegida como mejor sistema de calefacción en lo que se refiere a eficiencia energética por Greenpeace en 2011.

Su funcionamiento pasa por varias fases o etapas. El sistema cuenta con un circuito cerrado a través del cual circula un líquido refrigerante, que es la base de la bomba. En primer lugar, la bomba cuenta con un evaporador que aspira aire del exterior. Puesto que ese aire está caliente y el líquido interior de la bomba está frío, se produce un intercambio de calor, haciendo que el líquido se evapore. Como consecuencia, el aire se ha enfriado y sale al exterior a una temperatura más baja que la que entró en la bomba. En segundo lugar, el líquido en estado gaseoso pasa por un compresor que aumenta la presión y, por tanto, también la temperatura. Así, a la entrada del condensador, que es la siguiente etapa, se tiene un gas muy caliente. Dentro, vuelve a haber un intercambio de calor, pero viceversa, enfriando el líquido que se condensa calentando el aire que entra a la habitación. Este circuito continúa repitiendo el proceso explicado, pasando por una válvula de expansión que disminuye la presión y la temperatura del líquido refrigerante, consiguiendo que pase de nuevo al evaporador.

Al proporcionar calefacción en invierno y aire acondicionado en verano en un solo aparato, la bomba de calor es más barata que otros sistemas, además de tener una instalación bastante sencilla y simple. Es también menos peligrosa que las instalaciones de gas natural o butano y consume menos energía hasta alcanzar la temperatura deseada en la habitación indicada. Asimismo, otra ventaja es que el aparato requiere de pocos cuidados, exceptuando la limpieza periódica del filtro del aire.

Por contra, el calor conseguido por este aparato se dispersa antes, por lo que es importante destacar que el funcionamiento de las bombas de calor no es apto o adecuado para todos los sitios, puesto que su eficiencia depende de las condiciones ambientales. Cuanto mayor es la diferencia entre la temperatura exterior e interior, menor será su eficacia. Por eso, la bomba es más recomendable en zonas con climas cálidos con inviernos suaves.