Apoteosis sevillista

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Sevilla madrid liga

Si la vuelta de los octavos de Copa del Rey del pasado jueves fue un partido loco, el que siguió de liga este domingo en el Sánchez Pizjuán no le fue a la zaga. Aunque esta vez hubo diferencias importantes: los mejores estaban en el césped, el ritmo de partido fue distinto con más hombres detrás de la pelota que delante y, sobre todo, el final fue radicalmente distinto y la victoria fue sevillista. Y es que el Sevilla F.C. regaló a sus aficionados una de esas remontadas que se recuerdan en años y le dio la vuelta al marcador en los últimos 5 minutos. Y encima, con gol de Ramos en propia puerta, después de la que se montó con su gesto tras marcar en copa de penalti. Vamos ni el mejor guionista se le hubiera ocurrido algo así.

Esta vez no son tres puntos más. El Sevilla se coloca a un punto del líder (con un partido menos para el Real Madrid), rompe la racha de 40 partidos sin perder del equipo merengue y mantiene la segunda posición en la liga. Queda mucho, sí, pero nadie puede discutir que, cuando queda una única jornada para terminar la primera vuelta, el equipo sevillista opta por méritos propios al título de liga. Casi nada.

Esta vez Sampaoli y Zidane se dejaron de pruebas. Ninguno quería un partido loco, de ida y vuelta, y apostaron por cambiar sistemas y reforzar defensa y medio del campo. Si el técnico francés apostó por un 3-5-2, con dos carrileros profundos (parecido al que suele usar el Sevilla, su homólogo argentino apostó por un 4-5-1. Mucha gente en la parcela central que dejó unos primeros 20 minutos de poco ataque y mucho control. Había intensidad, claro que sí, pero no llegadas. Solo cuando la calidad de los jugadores visitantes permitía saltarse la línea de presión sevillista se olía el peligro, mientras que Vitolo, que aparecía por cualquier parte del campo, era el que centraba mayor atención por parte de la defensa madridista.

Se animó algo el partido en el tramo final del primer periodo. Cristiano tuvo una clara, de las que no suele desaprovechar, pero se empezaba a vislumbrar que no sería su noche. Mientras, en el otro área, Nasri tuvo un disparo franco que se marchó alto por poco. Poco más a destacar , salvo escarceos, centros laterales y córners. Partido parejo entre ambos contendientes con mucho respeto.

La cosa pareció cambiar un poco en la segunda parte. El Sevilla subió la línea de presión un poco, y Sampaoli retocó la posición de Franco Vázquez, adelantándolo un poco para estorbar más la salida del balón del Madrid que, en ocasiones, había causado algún susto en la primera parte. Por contra, Modric cogió la manija de su equipo y eso suele traducirse en un mayor dominio del juego por parte de su equipo y una mayor llegada. Así, en los 15 primeros minutos pasó más que en los anteriores 45. Ben Yedder tuvo un mano a mano que paró bien abajo Keylor Navas, Nasri volvió a intentarlo desde fuera del área mientras que Cristiano volvió a fallar en una de sus especialidades, el disparo a media distancia tras una contra que lo dejó con ventaja al borde del área. También el portugués se equivocó a la hora de elegir bien si pasar o tirar en un robo en la presión de su equipo que dejó un 2 contra 1 en área sevillista. La dio mal a Benzemá que esperaba para remachar.  También comenzó el tiempo de polémica con una caída de Modric en el área cuando ya venía desequilibrado desde fuera.

Llegado el ecuador de la segunda mitad, parecía que el partido se inclinaba para los visitantes. El cansancio hacía mella en la presión sevillista y cada salida limpia de balón del Madrid se convertía en un problema para su defensa. Así llegó la ocasión más clara del partido cuando una internada de Carvajal por la derecha terminó en varios rechaces dentro del área sevillista, el último de ellos cayó a los pies de Benzemá que, a dos metros de la portería y sin más oposición que un vencido Sergio Rico, mandó su chut alto. A la siguiente vino el gol de penalti. Esta vez parece que no hay tanta polémica porque el portero sevillista derriba a Carvajal sin llegar a tocar el balón. Cristiano, trifulca de por medio con Vitolo, marcó.

Los técnicos comenzaban a mover el banquillo. Zidane buscando mayor físico y recorrido con Kovacic mientras que Sampaoli más presencia en ataque con Sarabia y, más tarde, Jovetic. Curioso que ningún entrenador agoó sus cambios. Tanta era la presión del partido. Tras unos minutos en los que parecía no ocurrir nada, en un quiero y no puedo sevillista, una falta lateral sacada con veneno por el recién entrado Sarabia, terminó en gol en propia puerta de Ramos. Gol con guasa que empataba el partido a falta de 5 minutos. Entonces el Sevilla olió sangre y tocó arrebato. Comenzó a presionar como si fuera el inicio del encuentro ante un desnortado Madrid que tenía desconectado a Cristiano y Benzemá. Entonces llegó la apoteosis. Un saque de banda mal ejecutado, un robo de balón y pase a Jovetic, un disparo que pilla mal colocado al portero madridista y la apoteosis. 

Esta vez los últimos minutos fueron sevillistas. Esta vez ganó el Sevilla. 1 punto con el líder, media liga por jugar y un sueño por cumplir.

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