Desciende el consumo de alcohol y otras drogas en jóvenes palaciegos

Agentes y colectivos implicados en el Plan de Actuación Local para la prevención del consumo de sustancias adictivas en menores han hecho balance de las distintas acciones y propuestas que se vienen desarrollando en pro de dicho objetivo. En la reunión se han presentado también las conclusiones del último estudio realizado en Los Palacios y Villafranca, durante 2017, sobre el consumo de alcohol y otras drogas, que arroja un descenso del 5% en el consumo entre jóvenes de 12 a 16 años.

Profesionales sanitarios, representantes de Ampas, orientadores y directores de los centros de secundaria de la localidad, Agentes de Salud, técnicos de la Delegación de Sanidad y agentes de la Guardia Civil asistían a una nueva convocatoria del Plan de Actuación Local para la prevención del consumo de sustancias adictivas en menores que contó, además, con la presencia de los delegados municipales de Sanidad, Carmen María Molina, y de Educación, Manuel Carvajal.

Destacó en el orden del día de la reunión el balance de las actividades de promoción de la salud y prevención que se llevan a cabo en los institutos palaciegos. Se trata de talleres formativos, que desarrollan la Delegación de Sanidad y los Centros de Salud, cuya temática se centra en la prevención del consumo de alcohol y otras drogas, sexualidad, habilidades sociales y prevención del acoso escolar. Como novedad, se incluye también un taller de prevención del consumo de cachimbas y cigarrillos electrónicos.

También se consideró el desarrollo de la campaña "Servicio Responsable", puesta en marcha por la Delegación Municipal de Sanidad y Consumo y dirigida a los propietarios de bares y cafeterías. Un programa que tiene como objetivo sensibilizar a los profesionales del sector hostelero para evitar riesgos y fomentar la dispensación responsable de alcohol cumpliendo con la normativa. Para ello, se imparten además talleres formativos de buenas prácticas para los responsables de los establecimientos.

El Plan de Actuación Local sigue trabajando en el desarrollo y promoción de los Agentes de Salud, proyecto que alcanza ya su tercera edición con la incorporación de 25 nuevos jóvenes.

En la reunión se le dio difusión asimismo al proyecto centrado en el Taller de Actividad Comunitaria en la Unidad Docente del Área de Gestión Sanitaria y el Congreso de la Escuela de Salud Pública, además de hacer un balance muy positivo de la Fiesta Cero Grados, una celebración con zumos, refrescos, cócteles sin alcohol y bocadillos, para promocionar el ocio saludable, en la que participaron en torno a 600 jóvenes palaciegos.

Por último, los representantes del citado Plan, subrayaron uno de los puntos más destacados de la reunión, el estudio del consumo de alcohol y otras drogas realizado este año 2017 por el médico residente del Centro de Salud Nuestra Señora de las Nieves, David Moreno, a través de unos cuestionarios que han rellenado casi 900 jóvenes de 1º a 4º de Enseñanza Secundaria.

Se trata de la actualización de datos y una comparativa con los extraídos en el estudio anterior, realizado en los años 2011 y 2012 en la localidad. Las conclusiones del estudio revelan un descenso del 5% en el consumo de alcohol entre jóvenes con edades de 12 a 16 años. La media de inicio al consumo continúa en torno a los 13 años y no se observa distinción alguna entre chicos y chicas, ambos sexos tienen un comportamiento similar al respecto. Como dato a tener en cuenta, el estudio destaca un alto porcentaje del consumo de cachimbas, un 32%, por lo que se debe actuar, sobre todo, en el entorno familiar.

En cuanto a los lugares en los que se realiza el consumo de alcohol, el estudio apunta a que se consume en grupo y, aunque no existen macrobotellonas, los jóvenes sí quedan en reuniones para consumir alcohol. También lo hacen en bares, por lo que la Delegación de Sanidad y Consumo continuará trabajando en el programa de Servicio Responsable para los establecimientos locales; por último, el estudio revela que los jóvenes también consumen alcohol en viviendas propias, sobre todo, en casas de campo, donde las familias deben ejercer un mayor control.