El Colegio de Podólogos de Andalucía gana una demanda por intrusismo laboral

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El Colegio de Podólogos de Andalucía ha obtenido esta semana una sentencia de conformidad condenatoria contra una mujer por ejercer esta profesión en Los Palacios y Villafranca pese a carecer de la titulación exigida (grado o diplomatura en Podología). La Corporación colegial interpuso la querella por delito de intrusismo profesional, tipificado en el artículo 403 del Código Penal y el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 1 del municipio de Utrera acaba de dictar una sentencia, que ha adquirido firmeza, por la que condena a la intrusa a 8 meses de multa, a indemnizar al Colegio Profesional de Podólogos de Andalucía en concepto de responsabilidad civil y costas del proceso.


El Juzgado ha declarado probado que la falsa profesional realizaba en su domicilio de Los Palacios y Villafranca labores propias de la podología por las que establecía una tarifa, todo ello sin estar en posesión de la titulación académica correspondiente.


Se trata de una de dos sentencias favorables obtenidas en tan sólo una semana en materia de intrusismo por el Colegio Profesional de Pódologos de Andalucía, presidido por Jorge Barnés, y que se suma a la dictada en la provincia de Málaga por la que se condena a otro falso podólogo.

Entre las sentencias favorables tras denuncias por intrusismo realizadas por el Colegio de Podólogos de Andalucía, destaca una pena de prisión en la provincia de Almería a final de 2015.

La lucha contra el intrusismo y la ilegalidad en el ejercicio de la profesión es una de las prioridades de la Junta de Gobierno del Colegio de Podólogos de Andalucía, que actualmente tiene abiertos 43 procesos en juzgados de las provincias de Almería, Cádiz, Granada, Jaén, Málaga y Sevilla.


El Colegio Profesional de Podólogos de Andalucía persigue esta práctica ilegal de la profesión sanitaria de su competencia, que no sólo perjudica a los profesionales titulados y colegiados sino también y sobre todo a la ciudadanía al poner en riesgo la salud de los pacientes, que en casos especialmente serios como el pie diabético puede derivar en graves complicaciones cuando son tratados por individuos sin titular y que por tanto, no poseen ni dominan las competencias de un podólogo.


El Colegio Profesional de Podólogos de Andalucía pide a la Fiscalía y a las fuerzas de seguridad del Estado que incrementen los esfuerzos en la investigación y persecución de estos casos, dadas la gravedad de las posibles consecuencias y la dificultad que para la obtención de pruebas tiene una institución colegial. En este sentido, el jefe de la asesoría jurídica del Colegio de Podólogos, Antonio Sánchez, afirma que “el 80 por ciento de las denuncias del sector se refiere a prácticas de intrusismo, de las que la mayor parte no son investigadas, si el Colegio no aporta las pruebas, lo que es sumamente difícil para una corporación profesional dadas las circunstancias en que se comete este delito”.



En defensa de la profesión

El Colegio andaluz recuerda a la ciudadanía que la acreditación oficial de colegiación debe estar visible en la consulta de podología.


Ante una sospecha de intrusismo, el Colegio Profesional de Podólogos de Andalucía inicia las comprobaciones sobre la colegiación del individuo y sobre si la consulta está inscrita en el registro de centros sanitarios de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía. El siguiente paso se centra en la consecución de pruebas fehacientes a través de los propios pacientes víctimas del fraude y en ocasiones de servicios de detectives.


En la línea de lucha contra el intrusismo profesional, el Colegio de los podólogos andaluces mantiene una estrategia de actividades encaminadas a sensibilizar a la ciudadanía sobre las funciones del podólogo y sobre la importancia de la prevención y la salud del pie, que repercute sobre el estado general del organismo. En este sentido, el Colegio Profesional defiende que los podólogos son los únicos profesionales sanitarios especializados en el pie. Tienen la capacidad de recibir directamente al paciente, diagnosticar, tratar, prescribir medicamentos e intervenir quirúrgicamente. Poner los pies en manos de personas no tituladas ni capacitadas para el ejercicio reglado de la profesión, es poner en riesgo la salud.


La podología es una profesión regulada por la Ley de Ordenación Sanitaria 44/2003 para cuyo ejercicio en Andalucía es obligatoria la titulación universitaria de grado, que en esta comunidad autónoma imparten las universidades de Málaga y de Sevilla, además de ser miembro del Colegio Profesional de Podólogos correspondiente. 

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