Una mejora insuficiente

En el fútbol cuentan los resultados, aunque muchas veces las sensaciones también son importantes. Por ello, quizás Quique Setién sea una semana más entrenador del Betis a pesar de los últimos resultados cosechados, que dejan un desolador 2 de 18 puntos posibles en liga y la eliminación copera ante el Cádiz. Porque el Betis que se enfrento a uno de los grandes de la Liga Santandes, el Atlético de Madird, puso el fútbol, sobre todo en la primera parte, pero los 3 puntos viajaron para el Wanda Metropolitano.

Se enfrentaban dos visiones contrapuestas de ver el deporte Rey. Por un lado, el toque y virtuosismo de Setién, por el otro, el funcionamiento colectivo y rendimiento defensivo de Simeone. Se impuso lo segundo y no precisamente por la mayor calidad que se presupone a los jugadores atléticos, un club que casi cuadriplica el presupuesto bético. Porque el Atlético de Madrid lanzó dos disparos a portería en todo el partido, los dos en la primera parte, y uno de ellos fue gol. Pero eso le valió para vencer. Eso y la falta de puntería bética en algunos momentos y la falta de profundidad en otros.

Setién salió con casi todo lo mejor que tiene, ante tantas bajas a las que hay que sumar desde este domingo, la de Guardado, lesionado durante el transcurso del partido. No están teniendo suerte con las lesiones los béticos que cuentan ya con Campbell y Sanabria, para gran parte de la competición, más la de Javi García y el sancionado Amat. Pero salió un Betis valiente ante más de 45.000 espectadores que comenzaron silbando pero pronto, viendo la actitud de su equipo, cambiaron a animar. Los locales tocaban el balón con sentido, moviendo de lado a lado a un rival que sabe sufrir y que sabía que tendría alguna oportunidad para dar el zarpazo. 

Pero el Betis pudo hacerlo antes, Boudebouz pudo adelantar a los suyos al minuto de juego tras gran pase de Tello, pero su disparo dentro del área fue demasiado centrado. Joaquín, tras jugada personal, y Sergio León y Mandi en la salida de córner y faltas tuvieron otras oportunidades claras. Sin embargo, el que llegó y marcó fue su rival, en una nueva muestra de acción mal defendida. Solo necesito un centro raso desde la derecha para que el balón se paseara por el área pequeña sin que nadie la tocase para que Sául, desde el suelo, remachara a un metro de portería bética. Notó el golpe el equipo bético que a renglón seguido sufrió el segundo y último disparo visitante, inocente de Correa. Sin embargo, volvió a tomar el mando aunque nunca fue el mismo.

El Atlético tenía el partido donde quería. Sabe Simeone que el punto fuerte de su equipo es el espíritu colectivo y la defensas y bien que lo demostraron en el Villamarín. Quitando un arreón inicial en la que Tello fue protagonista con un gran disparo que salvó Oblak y un centro al que no llegó Sergio León por milímetros, poco a poco se diluía el juego bético, que no encontraba resquicio, ni por arriba ni por abajo. Se desesperaba la afición viendo a su equipo tocar y tocar sin profundidad. Para colmo Guardado se lesionaba y los recursos ofensivos del banquillo eran dos chavales del filial. Tuvo la sentencia el Atlético en los pies de Torres en la tercer ocasión clara en todo el partido pero le dio vida extra al Betis que no la aprovechó y solo un disparo cruzado de Julio Gracia se acercó a lo que podía ser una ocasión. La importancia del resultado es tal, que Simeone se permitió el lujo de acabar con 4 centrales sobre el campo. 

Los 3 puntos volaron hacia Madrid y sigue la crisis bética obligado ya a ganar el próximo lunes en Málaga porque, a pesar de la mejoría, se empieza a mirar más veces hacia abajo.