La representación sindical de la plantilla avisa desde hace ya años de una estrategia predeterminada de sustituir paulatinamente a los trabajadores españoles por personal estadounidense o directamente por militares.
Los empleados demandan que el uso de la base como cuartel permanente para las fuerzas estadounidenses de intervenciones en África implique la readmisión de los 240 trabajadores despedidos desde 2010.