El hospital Macarena instaura válvulas endobronquiales en pacientes con resección pulmonar

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Neumologos macarena

La Unidad de Neumología del Hospital Virgen Macarena ha realizado con éxito la colocación de las dos primeras válvulas endobronquiales en pacientes diagnosticados de Fuga de aire pulmonar (FAP), cuyo perfil clínico no admitía la reintervención quirúrgica (método tradicional); y con empiemas de repetición (acumulación de pus en el espacio que se encuentra entre el pulmón y la superficie interna de la pared torácica).


La técnica se ha realizado en la Unidad de Fibrobroncoscopia del hospital, primera que se realiza en Andalucía, ha sido llevada a cabo por las doctoras Estefania Luque y María Pavón con buenos resultados. El tratamiento con válvulas es efectivo, bien tolerado y mínimamente invasivo pudiendo realizarse mediante broncoscopia flexible, bajo sedación consciente y anestesia local. Según un comunicado, es una técnica con escasa morbilidad acompañante, fácilmente reversible y que debiera ser considerada previo al intento de resolución quirúrgica.


La fuga aérea persistente (FAP) es la complicación más frecuente después de una resección pulmonar (extirpación de lóbulo del pulmón); prolonga la hospitalización y aumenta la morbimortalidad postquirúrgica debido al incremento del riesgo de empiema, fiebre o neumonía.


En pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) esta complicación puede alcanzar al 20 por ciento de ellos. En pacientes con enfisema sometidos a cirugía de reducción de volumen pulmonar se describe incluso hasta en un 45 por ciento.


El tratamiento habitual de la fuga aérea persistente suele ser conservador y se plantea la reintervención quirúrgica como segunda opción cuando ésta se prolonga en el tiempo aunque no siempre garantiza la solución además de que un porcentaje no desdeñables de estos pacientes no son candidatos a una reintervención por presentar comorbilidad asociada y criterios que descartan la intervención.



LA TÉCNICA


Las válvulas endobronquiales unidireccionales diseñadas para limitar el flujo aéreo, fueron inicialmente indicadas para la reducción de volumen pulmonar en el enfisema pero han demostrado una gran eficacia en el tratamiento de la FAP.


Se colocan a través del broncoscopio flexible, en el segmento o subsegmentos previamente estudiado y en el que se ha comprobado la fuga mediante un balón intrabronquial de bloqueo. Al colocar la válvula en el bronquio afecto y con el bloqueo, se acelera el cierre de la fístula ya que se reduce el flujo de aire a través de la fuga, que es la que contribuye a perpetuar la fístula.


Las válvulas suelen retirarse en las 4-6 semanas posteriores a su colocación tras comprobar la resolución de la fuga.

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