La tonadillera disfrutará de cuatro días de libertad desde que entrara en prisión el pasado mes de noviembre para cumplir la condena por blanqueo de capitales.
Su mujer pide ayuda para no dejarlo allí "porque lo trataron como a un perro" y duda de la versión oficial de que muriese por un paro cardiaco.
El imputado reconoce que arrolló a la víctima pero dice que no quería matarlo sino únicamente darle un susto.