Estas visitas buscan contribuir a la formación de los jóvenes y enseñar in situ cómo la industria cementera trabaja de manera sostenible, respetando el medio ambiente y contribuyendo a la lucha contra el cambio climático.
La empresa ha trasmitido a sus trabajadores su intención de paralizar la actividad hasta que el precio de la electricidad vuelva a bajar de los 200 euros el megavatio hora (MW).