El único contacto familiar de la menor era su abuela, a cuya casa acudía en ocasiones para ducharse y pedirle comida.
El Instituto Armado ha informado este lunes de que, tras el visionado de las cámaras de seguridad, se pudo constatar que el individuo contó con la ayuda de dos mujeres que, desde fuera del comercio, hicieron labores de vigilancia.