La intervención ha incluido la instalación de un vallado perimetral para proteger las nuevas plantaciones, la restauración de los bordillos deteriorados y la plantación de 3.000 rosales de la variedad 'Knock Out'.
El objetivo es garantizar la calidad y continuidad del suministro eléctrico y disminuir al máximo el riesgo de incendio en las masas forestales que rodean las líneas eléctricas.