Esta recalificación supondría una "modificación sustancial" del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que debe ser aprobada en pleno.
Serán considerados como terrenos de uso residencial con una edificabilidad máxima de 98.000 metros cuadrados y la posibilidad de construir en él hasta 700 viviendas, el 30 por ciento de ellas con algún grado de protección.