El Sevilla se apunta a otra final

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Sevilla leganes

La copa del rey tiene el nombre de su primer finalista. El Sevilla volverá a disputar la final de esta competición, como hace dos temporadas, tras vencer 2 a 0 en el Sánchez Pizjuán al Leganés en un partido que dominó de cabo a rabo y que solo la corta renta en el marcador hasta los últimos minutos, hacía temer a sus seguidores por la eliminatoria. Vuelven, por tanto, los sevillistas a organizar sus agendas para vivir una nueva cita que puede convertir a esta temporada en histórica.


En la previa Montella anunció lo que todos sabían, saldría con su once de gala y añadió que sus jugadores estaban mentalizados y preparados para la batalla. Y tuvo razón el técnico italiano, porque el Sevilla manejó perfectamente el tempo del partido, con una salida limpia de balón gracias a N´Zonzi y Banega, y una defensa que, gracias a las ayudas, no pasó grandes apuros ante un Leganés que usó sus armas, intensidad y salida rápida hacia sus tres puntas, esas con las que había eliminado a Villarreal y Real Madrid.


La eliminatoria venía de cara tras el empate en Butarque, pero el Sevilla salió a buscar el gol, nada de esperar a que pasaran los minutos. En los primeros compases mostraron los locales sus intenciones con un centro de Banega que no halló rematador. Mientras el Leganés se ajustaba y trataba de dar ese último pase que dejara en ventaja a sus delanteros, Muriel demostró que con espacios es un jugador más que interesante. Internada por la derecha en la que dejó atrás a su marcador, para, con algo de suerte en el rebote, dar el pase de la muerte a Correa para hacer el 1 a 0. No era la sentencia ni mucho menos, pues un gol del Leganés mandaba la eliminatoria a la prórroga, pero al menos hacía que los madrileños tuvieran que marcar al menos dos goles para pasar a la final, y precisamente la suerte del gol no es su fuerte.



El gol dejó tocado al Lega, pero el Sevilla no aprovechó esos 10 minutos de desconcierto donde tuvo llegadas sin apenas remate o, incluso cuando remató, sin portero lo hizo de forma inocente para que un defensa la sacara debajo de los palos, como le pasó a Correa tras, de nuevo, pase de Muriel. Entonces quién golpeó fueron los madrileños que teminaron dominando el tramo final de la primera parte, dándole un par de sustos a Sergio Rico, que se mostraba especialmente nervioso en las salidas pero que detuvo un disparo duro de Gabriel.


Tras el descanso, la tónica seguía igual, control sevillista y escarceos del leganés que aún no se decidía a ir decididamente hacia el empate, quizás conocedor que eso sería su perdición. No pasaba gran cosa en el partido. Los madrileños se empeñaban en colgar balones al área sin encontrar rematador mientras que a lso jugadores sevillistas le faltaba el útlimo pase o le sobraba algún regate.


No le quedó más remedio a Garitano que mover el banquillo y el dibujo para ir por el partido y entonces se mostró el Sevilla competitivo, que sabe jugar los momentos del partido. Sin apenas sufrir ocasiones claras, los locales movían el balón de lado a lado, protegiendo, ganando faltas. El tiempo corría ante los desesperados jugadores del Leganés a los que empezaban a fallarle las piernas. Muriel tuvo la sentencia en una contra pero un mal control hizo que Siovas se repusiera. El colombiano y Escudero tuvieron dos más y la gente se impacientaba porque, aunque el Sevilla no sufría atrás, un gol mandaba el partido a la prórroga.


Sin embargo, el Mudo Vázquez, que se marcó un auténtico partidazo, tuvo el honor de certificar el pase a la final en una nueva contra donde sacó a relucir la calidad de su zurda. Estalló el Sánchez Pizjuán, júbilo en unos aficionados que no están viviendo, ni de largo, la mejor temporada de su equipo pero que volverán a estar en una final. Ahora queda espererar rival, Barcelona o Valencia, y sede donde jugarla. Cosas de esta copa del rey que puede llevar de nuevo la gloria el Sevilla. 

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