Protofascismo

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Desde que un amigo, afirmó que estamos en pleno proto-fascismo, no he dejado de pensar en ello y en plena reflexión me he dado cuenta, que efectivamente tenemos evidentes señales el llamado mundo civilizado se dirige a pasos agigantados a una nueva época autocrática y que los días del menos malo de los sistemas de gobierno como es la democracia se acaban sin remisión.


Vean Vds. que en un país, que hasta hoy la democracia era el paradigma, como son los Estados Unidos de Norte América, se ha elegido a Donald Trump, un personaje singularísimo, que reniega de los partidos políticos incluido el Republicano que le aupó a la presidencia del Gobierno y practica una política personalista, basada en la creación de falsos problemas que distraen al público de los que en realidad tienen, como es el caso del muro en la frontera de México, o sus continuos desplantes y provocaciones al dictador de Corea del Norte, o negarse a establecer un mínimo control sobre la venta de armas en el país. Todo ello para esconder los verdaderos problemas de los norteamericanos, como son unos altos índices de criminalidad, que ni la pena de muerte ni la cadena perpetua, consiguen rebajar; unos índices de desigualdad y pobreza que asustan al más pintado y un creciente desprestigio internacional, por las intervenciones en conflictos fuera de su país, donde se ha puesto en evidencia, además de las ansias de dominio de la nación americana, el uso de prácticas totalmente contrarias a los derechos humanos más elementales e indignas de un ejército que se pretende democrático.


En la antigua segunda potencia mundial y competidora directa de los Estados Unidos, Rusia, no es que las cosas anden mucho mejor, La caída de la antigua URSS. Y la toma del poder real por parte de la denominada mafia rusa, que ha profundizado el abismo, entre unas pocas élites y una inmensa mayoría de pobres a límites que nunca nadie había sospechado, las mayorías han decidido, confiar en un sátrapa como Putin, que con la promesa de conducir de nuevo al país, a las glorias de la época comunista, se ha hecho con el poder, adaptando las reglas democráticas a su antojo, que le permitirán mantenerse largo tiempo en el poder, con el aplauso de las mayorías.


En la UE, la amenaza de disgregación empieza a ser un serio problema, después del Bréxit, por parte del Reino Unido, la pujanza de la extrema derecha ultranacionalista, ya en el poder en muchos países del centro europeo, (Hungría, Polonia, Austria, Eslovenia, etc.) o con serias posibilidades de llegar a él, en Suecia, Dinamarca, Francia, Bélgica, Holanda e Italia; acompañada de una pérdida de predicamento de la socialdemocracia, artífice del estado del bienestar, desde el final de la II Guerra Mundial, nos avecina un negro panorama, donde parece vamos abocados a una nueva etapa negra dominada por el nacionalismo a ultranza.


En Asia tampoco andan muy bien las cosas, el gigante China, ha adaptado el comunismo a la vertiente nacionalista, hasta el punto de convertir la dictadura del proletariado, en una dictadura personalista del actual líder, Xi Jinping, que ha modificado la constitución para perpetuarse en el poder indefinidamente. En Japon, después de superar la crisis económica, que empezó mucho antes que en el resto del mundo, la derecha nacionalista, además de haber montado una economía, de bajos salarios y si derechos sociales, más propio del esclavismo que de una economía, democrática y civilizada.


En España, La confrontación entre el nacionalismo español y el catalán, ha llegado a límites a los que nunca nadie hubiera, ni siquiera imaginado, que llegaríamos. Por otra parte, el desprestigio de las instituciones básicas de la democracia, como son los partidos políticos y los sindicatos, está llegando a casi todos los estamentos de la ciudadanía, hasta el punto que esta, ya ha dejado de confiar en ellas para conseguir sus reivindicaciones y se dedica a buscar organismos a los que llaman transversales, para canalizar sus protestas y reivindicaciones. Recuerdo que el pasado Domingo día 18 en el programa de la Sexta, el Objetivo, la Sra. Paca Tricio Vicepresidenta de Unión Democrática de Pensionistas, insistió una y mil veces en que el movimiento es una cuestión totalmente transversal y que ni los partidos políticos ni los sindicatos, deben liderarlo de ninguna de las maneras, dándome la impresión que casi podríamos decir le molestaban y que preferiría no verlos merodear por allí.


No me gusta, que esta posición se acabe generalizando; pues sin los partidos políticos no se puede entender la democracia y sin los sindicatos, el tema de las reivindicaciones laborales y la defensa de los derechos de los asalariados, deviene del todo utópica.


Es cierto que partidos y sindicatos han cometido errores recientemente y unos y otros no han sabido demostrar en momentos claves la decisión necesaria, para defender los derechos de aquellos que dicen representar y que se han visto pisoteados y malbaratados por unas élites dominantes, que aprovechándose de esta circunstancia y de una crisis económica pavorosa, para, ahondar más en las diferencias de clase y fomentar la explotación si cabe aún más descarada; es cierto que una ciudadanía bien informada como es la actual, se haya sentido abandonada y en cierta forma defraudada, sin embargo debería saber ver que algunas formaciones políticas y sindicales han emprendido importantes reformas internas que las están resituando, dentro de los cánones de la democracia, en la nueva realidad actual, una realidad que por cierto deberíamos estar construyendo entre todos, y en la que los grandes valores humanistas, de la Libertad, Igualdad y Solidaridad, deben seguir siendo fundamentales.


En resumen, el auge de la derecha más extremista, en nuestro país, en Europa y en el mundo entro, junto a discursos vejatorios de las instituciones políticas base del estado de derecho, provenientes, aunque pretendan ocultarlo, de sectores muy poco afines a la democracia, se asemeja bastante, salvando las distancias, a lo que se decía en la década de los años treinta del pasado siglo XX, cuando la historia nos demuestra que una buena parte del planeta se hallaba plenamente metido en un proto-fascismo.


Tengamos cuidado.

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