Porque la moción no debía ser instrumentral

|

Resulta muy curioso que el líder del partido Ciudadanos, Albert Rivera, que se vanagloria en todos los rincones de la piel de toro, de haber entrado en política para limpiar al país de corrupción, en una moción de censura, presentada como consecuencia directa de una sentencia judicial que condena al Partido Popular, por beneficiarse a título lucrativo de la corrupción de algunos de sus miembros (demasiados a mi entender), haya acabado votando a favor del corrupto, teniendo la posibilidad de abstenerse para intentar apartarse del contaminador.


Si es verdad, que en Ciudadanos pretendían, en primer lugar, fuera el propio Rajoy quien dimitiendo tomara la iniciativa, y que este hecho desembocará en una inmediata convocatoria de elecciones, lo que les permitiría aprovechar el tirón que las encuestas les estaban dando por aquellos días. También hay que aclarar, que en cuanto vieron que el partido socialista, liderado por Pedro Sánchez les adelantaba por la izquierda, en cuanto Mariano empezó a obviar la sentencia, diciendo claramente que no pensaba dimitir; rápidamente pidieron al líder socialista que retirara su moción y que presentara otra que llamaban “instrumental” pactada con ellos, con un candidato, que no fuera líder en ninguno de los dos partidos, con la finalidad exclusiva de desplazar a Rajoy del poder y convocar inmediatamente elecciones, cuestión que como es lógico y natural, recibió la negativa del líder y el equipo del PSOE, por las razones que voy a exponer a continuación.


Debemos entender que los comicios del 2015, dieron como resultado, una incapacidad del Parlamento para formar un gobierno, cuestión que derivó en unos nuevos comicios en 2016, casi con idénticos resultados a los del 2015, con la salvedad que en pleno proceso de búsqueda de la investidura, un golpe de mano en el PSOE, que defenestra a su Secretario general, siendo substituida su ejecutiva por una gestora, que ordena a los parlamentarios socialistas abstenerse, con el fin de permitir la investidura de Mariano Rajoy, que contaba además con el apoyo de Ciudadanos. Gobierno que se permite el lujo de no cumplir ni uno solo de los compromisos con el PSOE que habían permitido su acceso al cargo. En total hasta este momento, habíamos pasado casi un año sin gobierno electo en nuestro país, tan solo el que dirigía el propio Rajoy actuando en funciones.


Durante estos casi dos años de legislatura, el gobierno Rajoy con el soporte de C’s, la aplicación de las políticas netamente neoliberales, han profundizado como nunca, la desigualdad social, el enfrentamiento social particularmente en Cataluña y aumentando el índice de pobreza hasta alejarnos por completo de Europa para acercarnos peligrosamente a Latinoamérica, cuestón que ha lanzado a la calle a miles de ciudadanos, en reclamación de sus derechos perdidos.


Con todas estas circunstancias, es fácilmente entendible la necesidad, de un período de apaciguamiento, en donde revertiendo las políticas practicadas hasta ahora se empiece a encarrilar la solución a los grandes conflictos planteados, para después de una prudencial etapa, dar la palabra a los ciudadanos, para que a través de las urnas se articule una nueva matemática parlamentaria, que permita la configuración de nuevas mayorías, desde el eje derecha izquierda en lugar del enfrentamiento nacionalista.


La propuesta defendida por Ciudadanos de una moción instrumental, a la que parece se han añadido algunos (pocos por cierto), del sector Susanista del PSOE, obedece solamente al intento de aprovechar la ocasión por aquello de a rio revuelto ganancia de pescadores, los primeros en el sentido que las encuestas les son favorables y los otros para no dar la oportunidad a Pedro Sánchez de demostrar su valía, que acabe eclipsando a Susana Díaz. No puedo asegurar sean ciertas mis suposiciones pero si les puedo asegurar amigos, que en ningún caso, la propuesta de Ciudadanos, obedece a los intereses de España y mucho menos de la defensa de la democracia, pues es bien sabido de todos que en períodos de incertidumbres y de alta presión social, los votos no se pueden calificar de auténticamente libres al existir demasiados condicionantes que terminan por favorecer la polarización cuando la solución, convendrán conmigo, se encuentra siempre en la concordia y el entendimiento.


La configuración del nuevo gobierno presidido por Pedro Sánchez, con gente experimentada en las áreas que se le han asignado, es una constatación de lo expuesto, pues es necesario corregir el rumbo que había emprendido Mariano Rajoy y subsanar los tremendo errores cometidos, entre ellos el restablecer la democracia plena, sin leyes mordaza ni otros constreñimientos, derogar la reforma laboral de fatales consecuencias para las relacionas laborales en este nuestro país y encarrilar el tema de las pensiones, con el fin de reparar la tremenda injusticia social que la reforma del PP en este sentido supuso. Estoy seguro que Pedro Sánchez va a salir adelante con su propósito y que en cuanto el clima de crispación actual se relaje, convocará nuevas elecciones.

Sin comentarios

Escribe tu comentario




No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes. Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.