El grande fue el Betis

El 'Musho Betis' se coreó con fuerza en San Siro, uno de los estadios míticos del continente europeo. Allí, el conjunto verdiblanco rememoró la histórica clasificación en la recopa hace 40 años con una victoria por 1 a 2, pero más que el propio resultado, fueron las sensaciones de equipo grande que dio el equipo dirigido por Setién. Al final, tras los goles de Sanabria y Lo Celso, Cutrone llevó lo emoción en una recta final en la que se sufrió más de la cuenta, algo a lo que los aficionados béticos ya están habituados.

Setión no varió el sistema de 3 centrales y dos carrileros, pero sí hizo variaciones con respecto a partios anteriores, quizás buscando más mordiente. Lo Celso adelantó su posición para situarse cerca de los dos delanteros que puso en liza, Sanabria y Sergio León. La idea era una presión alta para propiciar el robo cerca de la portería defendida por Pepe Reina. Y por poco sale a la perfeción a los 3 minutos cuando un mal saque del portero español, llegó a las botas de Lo Celso que dejó solo a Sanabria cuyo mal control condenó el resto de la ocasión, ya que aceleró su disparo ya encimado cuando antes lo tenía todo a favor para quedarse solo.

A partir de ahí, quitando un cabezazo de Barragán a centro de Junior que se fue fuera por poco, comenzó una etapa de mucho respeto por parte de ambos equipos que intentaban imponer su estilo. Eso sí, sin noticias del Milán en área bética, lo cual era una gran noticia viendo los nombres que tiene el equipo italiano en la zona de ataque. Sin embargo, el punto de inflexión llegó con el gol de Sanabria. Rondaba la media hora de partido cuando Junior alargó la jugada por la izquierda para Lo Celso, que luchó para hacerse un hueco para centrar y que el delantero paraguayo embocara en boca de gol en la misma cara de Reina. El resto de la primera parte fue una lección de juego bético, sin tanta posesión pero mucho más vertical, lo que hizo posible que llegaran ocasiones claras para ir con un resultado más abultado al descanso. La tuvo Sanabria, al que poteriormente le anularon un gol de forma injusta por fuera de juego. Además, el colegiado, en un recital auténtico de arbitraje casero, miró para otro lado en unas manos de Reina fuera del área que suponían su expulsión.

Finalmente el gol llegó en la segunda parte que se inición de igual forma, con gran dominio del equipo visitante. Avisaron Lo Celso, que remató mal dentro del área, y Junior con disparo ajustado tras la enésima cabalgada por su banda. Sin embargo no iba a perdonar el internacional argentino a la siguiente jugada. En el 53, un balón luchado por Sergio León le cayó al mediocentro verdiblanco que se la acomodó a su zurda de seda para lanzar un misil combado que se coló por la escuadra de la portería milanista.

Si ya Gatusso había hecho cambios al descanso tras ver el dominio verdiblanco, con el marcador aún más abultado, los milanistas se volcaron sin orden alguno hacia la porteria bética, pero el trabajo de los centrales béticos fue excelente y a Pau apenas le llegaron. Sin embargo el Betis no terminaba de matar el partido y, tras un gran disparo al poste de Samu Castillejo, llegó el gol de Cutrone que ponía emoción en el marcador. Llegaron entonces los peores momentos de los verdiblancos que se acularon demasiado y no aprvecharon los múltiples espacios que dejaban los milanistas atras. Un posible penalti de Bartra a Castillo que no pitó el colegiado y un disparo rebotado de Higuaín fue la producción milanista en unos últimos minutos donde si era necesaro esa posesión de la que tanto se enorgullece Setién.

Sin embargo, bien está lo que bien acaba, y el partido termino con el Betis en campo milanista, con sus aficionados coreando el nombre del club y con el orgullo henchido de un equipo que queire volver a reverdecer su historia en Europa. De momento lidera su grupo y solo una victoria lo separa de la siguiente fase. La próxima será en quince días, en el Villamarín, contra el Milán.