La UE se juega su futuro el próximo mes de mayo

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Cosme modolell 2La actual Unión Europea, se creó, al final de la II Guerra Mundial, con el fin que los horrores de la misma, no volvieran nunca a ser vividos por la humanidad. Konrad Adenauer, Joseph Bech, Johan Beyen, Winston Churchill, Alcide de Gasperi, Walter Halistein, Sicco Mansholt, Jean Monnet, Robert Shuman, Paul-Henri Spaak I Altiero Spinelli, considerados los padres de la actual UE, quienes había sufrido en sus carnes la crueldad de la gran confrontación entre el ultra-nacionalismo representado por los nazis Alemanes y los fascistas Italianos, por un lado contra las democracias, del mundo occidental, aliadas con la dictadura del proletariado de la Unión Soviética, Entendieron muy claramente que el origen del problema se encontraba en la división que la doctrina nacionalista lleva intrínseca en su ideario, que la induce a competir y confrontarse con sus vecinos para que en una especie de ley de la selva, sobrevivan los mejores; es por ello que pensaron de conseguir superar el nacionalismo puro duro, ofreciendo la posibilidad de creación de un nuevo ente supranacional, en un marco completamente democrático, administrado a través de una estructura federal, con gobiernos multinivel, permitiendo la convivencia y la construcción conjunta del futuro de los países miembros, con respeto a sus diferencias pero con la igualdad de derechos.


Desde 1957 en que se firmó el Tratado de Roma, la UE ha ido evolucionando en el sentido que sus fundadores habían previsto, llegando incluso a conformar una moneda única, vigente hoy en una mayoría de los países miembros y aunque se saldara con un fracaso el intento de regirse por una Constitución Europea, cuando de manera interesada, los nacionalistas franceses, holandeses y británicos, consiguieran imponer sus tesis en los referendos de ratificación que se convocaron, si podemos decir que hasta hoy la UE ha resultado muy útil, permitiendo a sus miembros, soportar con dignidad y sin graves daños los embates de una crisis derivada de una globalización económica fuera de todo control democrático.


Hoy fruto de la crisis económica mundial y sin que aún los organismos internacionales FMI, Banco Mundial, etc. hayan conseguido instalar una regulación al sistema financiero multinacional, que reparta mejor la riqueza generada y dé carácter de igualdad al capital humano y al capital económico. El nacionalismo, siempre latente en el alma humana, ha visto de nuevo la ocasión de asomar de nuevo la cabeza e intentar imponer sus tesis de división y confrontación, y es así que en los últimos procesos electorales, en los principales países miembros, han conseguido escaños parlamentarios como en Alemania, Francia, Bélgica, Holanda, Suecia y en algunos casos, acceder al gobierno del respectivo país, como en Austria, y Polonia, Finlandia e Italia, con tesis anti europeístas, buscando el cierre de fronteras y un proteccionismo que no augura nada bueno.


Todo ello apoyado por un Donald Trump, que se ha hecho con el poder en los Estados Unidos, una de las grandes potencias económicas mundiales y de desde allí expande su influencia por gran parte del orbe planetario, pretendiendo retroceder al mundo a la situación de pre guerra mundial, con una globalización exclusivamente económica y totalmente descontrolada de las instituciones democráticas, que aumente considerablemente las desigualdades sociales y que le permita imponer su preeminencia sobre el resto del planeta, aunque para ello se haga necesario destruir gran arte de lo que hoy tenemos , para reconstruirlo de nuevo, con el consiguiente beneficio para ello.


Deberíamos aprender de las lecciones de la historia, deberíamos meternos de una vez en la cabeza que la tan denostada globalización, si la sometemos al control de las instituciones democráticas, no es mala de ninguna de las maneras, sino que nos puede reportar un considerable aumento de nuestro nivel de vida, de la misma forma que los fundadores de la UE se dieron cuenta de la necesidad de remar todos juntos y en una misma dirección para alcanzar el progreso dentro de los parámetros de la igualdad.


El próximo 26 de Mayo de 2019, se celebran las elecciones europeas, unas elecciones en que se va a decidir nuestro futuro más inmediato, Un futuro que puede ser de prosperidad, de paz y concordia, con una UE, cada vez más integradora y de la dimensión suficiente para competir con las grandes potencias planetarias, USA, China, Rusia, en un plano de igualdad, en caso que el PSE (Partido Socialista Europeo) domine el cotarro o todo lo contrario en el caso que el nacionalismo a ultranza obtenga una buena posición en el Euro parlamento, y se dedique a desmontarlo desde dentro, para regresarnos a la fratricida lucha entre europeos, que tanta desgracia ocasionó a muchísimas generaciones. Si bien las elecciones Europeas no han merecido nunca la atención de los ciudadanos, y de los partidos políticos de la izquierda española, que les han servido para colocar a todos aquellos personajes a los que algo les debían, les digo que esta vez las tomen en serio y pongan en las listas a los que más valen, pues vamos a necesitar de los mejores gestores para evitar que una derecha ultranacionalista nos desmonte la estructura y nos deje de nuevo desamparados y a merced del más fuerte que después de deshacernos se hará cargo de nuestros despojos, para su beneficio.


Es quizás la última oportunidad de consolidar definitivamente una Unión Europea potente, o como anuncia El ultra-derechista italiano Salvini, dentro de un año la UE dejará de existir, dando con ello un paso tal vez sin vuelta atrás a la III Guerra Mundial.

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