El Plan del Arbolado fija el "reto" de subir del 20 al 25% la cobertura foliar

Los naranjos suponen un 24,7 por ciento del total de árboles de Sevilla y la recomendación es que ninguna especie supere el 10%. 

El Plan Director del Arbolado de la ciudad de Sevilla, diseñado por la empresa especializada Tecnigral S.L. tras ganar en enero de este año el contrato licitado a tal efecto por el Ayuntamiento hispalense, calcula que la ciudad cuenta con aproximadamente 300.000 árboles censados o no censados, toda vez que su cobertura arbórea abarca cerca de un 20 por ciento del total de la trama urbana y se fija el "reto" de elevarla al 25 por ciento en un periodo de 20 años. Además, el plan determina que los naranjos constituyen el 24,7 por ciento del total de los árboles de la ciudad, proponiendo el fomento de especies alternativas para reducir el peso del naranjo en la masa total arbórea.

El alcalde de Sevilla, Juan Espadas; su concejal de Transición Ecológica, David Guevara, y Laura Mendiburu en nombre de la empresa Tecnigral, han presentado este jueves este "extenso documento" que, según han explicado, contiene tanto un "diagnóstico concreto y muy al detalle" de Sevilla capital en materia de arbolado, como un listado de "retos" y unas "pautas" para la "planificación global" del tratamiento del arbolado en la capital andaluza en un "horizonte de 20 años".

Groso modo, el plan calcula que Sevilla capital cuenta con aproximadamente 300.000 árboles, 235.000 de ellos censados entre los que figuran unos 182.000 ejemplares de zonas verdes y calles de mantenimiento municipal, 12.000 de masas forestales también de mantenimiento municipal, 27.000 de arbolado público no perteneciente al Ayuntamiento y 14.000 ejemplares de ámbito privado.

Entre todos estos árboles, divididos en unas 240 especies, los naranjos suponen el 24,7 por ciento del total, mientras otras especies como las melias constituyen un 5,71 por ciento y las tipuanas un 5,67 por ciento.

MÁS COBERTURA ARBÓREA

A partir de ahí, Laura Mendiburu ha expuesto que aplicando una metodología estadounidense, la cobertura arbórea de Sevilla, es decir la cantidad de capas de hojas y ramas que cubren el suelo cuando se observa desde la altura, se sitúa en aproximadamente un 20 por ciento del total de la trama urbana, mientras Madrid cuenta con una cobertura arbórea o foliar del 26 por ciento aunque incluyendo el bosque del monte de El Pardo, Barcelona cuenta con una cobertura del 15 por ciento y Córdoba con un 11,5 por ciento. En ese sentido, Mendiburu ha opinado que Sevilla cuenta con "un buen punto de partida" en materia de cobertura foliar, si bien ha señalado los aproximadamente 12.000 alcorques vacíos calculados en la ciudad.

Merced a tal "diagnóstico" y escenarios ambientales de futuro todos ellos encuadrados en el "aumento de las temperaturas y de los meses secos", el documento plantea 24 objetivos traducidos en 115 propuestas, algunas de las cuales ya están siendo aplicadas, según ha precisado Mendiburu.

En cualquier caso, entre los objetivos y medidas propuestas figura la idea de que en un plazo de 20 años, la cobertura arbórea de Sevilla crezca del 20 al 25 por ciento, reducir a menos del tres por ciento el número de alcorques vacíos mediante planes anuales de plantaciones, fomentar la biodiversidad hasta alcanzar el número de 300 especies diferentes de árboles con una variedad de al menos 80 por distrito, incrementar la protección de los árboles frente al vandalismo, proyectar una suerte de "anillo verde" de parques y espacios verdes entrelazados, y reducir progresivamente las especies con "exceso" de presencia o susceptibles de ser especialmente débiles frente a las consecuencias del cambio climático.

LOS NARANJOS

Es en este último punto en el que Mendiburu y Espadas han señalado el caso de los naranjos, tradicionales en Sevilla hasta copar actualmente cerca del 24,7 por ciento del total del arbolado de la ciudad, cuando científicamente lo aconsejable es que en una ciudad ninguna especie abarque mucho más del diez por ciento del total de la masa arbórea. A ello se une, según han agregado, las nuevas plagas que amenazan a los cítricos.

Al respecto, han expuesto que si bien actualmente "no hay ningún problema" en Sevilla con los naranjos, sí los hay en otras ciudades y por ello la idea es reducir el peso porcentual de los naranjos en la masa total arbórea de la ciudad, incorporando otras especies a la hora de rellenar los alcorques vacíos, las campañas de plantación, la reposición de arbolado o la creación de nuevos desarrollos urbanos con el consiguiente cultivo de ejemplares, entre otros aspectos.

Para ello, el propio Plan Director propone diez especies concretas, según ha indicado Laura Mendiburu, aclarando que la minoración del peso específico de los naranjos en la arboleda de Sevilla no implica la tala directa de ejemplares.

LISTO AL FIN EL INVENTARIO DE ÁRBOLES

Espadas y Mendiburu han defendido además el proceso de "participación" ciudadana, académica y científica que ha acompañado a la redacción de este plan, valorando el papel de las "voces críticas y de permanente reclamación" de la mejora ambiental y señalando el papel jugado por entidades como Ecologistas en Acción, la Asociación para de defensa del medio ambiente urbano (Ecourbe), La Red Sevilla por el Clima o la Asociación Amigos de los Jardines de la Oliva.

En ese sentido, el alcalde ha asegurado que una vez sea publicado en Internet este jueves este nuevo Plan Director del Arbolado, este mismo viernes será finalmente colgado el inventario oficial de árboles de Sevilla, extremo intensamente demandado por los ecologistas.

Juan Espadas, así, ha defendido que al contar al fin con este "largamente demandando instrumento", se marca "un antes y un después" a la hora de las políticas municipales en materia de conservación del arbolado y mejora de las zonas verdes, un "eje básico de la estrategia de ciudad" y del Plan Estratégico Sevilla 2030.

Al respecto, y señalando cómo el debate en torno al arbolado ha crecido en los últimos tiempos, ha apostado por respetar "los criterios objetivos y técnicos" a la hora de seleccionar especies para las nuevas plantaciones o actuar sobre el arbolado, prometiendo además "pedagogía" para que la ciudadanía pueda entender las razones de las decisiones que se adopten en materia de árboles, parques y jardines.