La bomba en Barajas

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Cosme modolell 2

Fue José Luis Rodriguez Zapatero, quien abrió un proceso de negociación con la Banda Terrorista ETA con el fin de encontrar una solución al conflicto vasco, dando una salida, en cierta forma honorable, a los abertzales, construyendo dos nuevas cárceles una en Álava y la otra en Navarra, dotadas de suficiente capacidad para albergar a todos los presos de la banda repartidos por toda España; lo  que permitiría cumplir una cuestión humanitaria, a favor de las familias de los presos, a partir del momento de la desaparición de la banda, Sin embargo todo se fue al garete cuando en un arranque de inconsciencia total por parte de ETA, estos decidieron, echar todo por la borda, poniendo una bomba en Barajas.

El resultado fue, que los presos no fueron al País Vasco, que el dialogo se interrumpió para siempre y los pocos ciudadanos que aún apoyaban una solución dialogada y de acuerdo del Estado con ETA, descubrieron que la banda no tenia intención ninguna de seguir por esta vía y le retiraron su apoyo, cuestión que significó el fin de ETA de la peor manera que había podido tener.

Hoy estamos ante un nuevo proceso negociador, con un conflicto que nada tiene que ver con a el que nos hemos referido, como es el conflicto en Cataluña un proceso sin muertos por el medio aunque también haya conseguido romper una sociedad. El gobierno socialista, empujado por la necesidad que tiene de los votos de ERC para sacar adelante los presupuestos, pero también desde la firme convicción que el diálogo es la fórmula más rápida y eficaz para solucionar definitivamente el problema, y con él, por lo menos aparente convencimiento,  de ERC que les va a ir mejor con un gobierno socialista en España que con uno del PP, han impulsado una mesa de dialogo, que primero tenía que ser entre gobierno Español y el de la Generalitat de Cataluña, pero que ha acabado siendo y por exigencias de Quim Torra y sus adláteres de JxCAT una mesa entre el gobierno español a su máximo nivel y los Partidos JxCat y ERC, que ha celebrado su primera reunión el pasado miércoles 26 de Febrero, con un resultado más que aceptable, según la opinión de la mayoría de los tertulianos en los medios de comunicación, a excepción de los escorados hacía la derecha, que lo han calificado como el despropósito más grande del gobierno socialista y que nos va a conducir directamente al rompimiento de España en mil pedazos.

Después de la primera reunión, a muchos ciudadanos se nos ha abierto la esperanza, que de una forma u otra se sabrá aprovechar para avanzar en la solución y que nadie va a torpedear el proceso, aunque la actitud de JxCat, con Quim Torra y Puigdemont a la cabeza no invite precisamente a pensar que la cosa vaya así, por cuanto, se han dedicado desde buen principio a intentar boicotear el tema, primero con lo que ya se ha dicho de meter a personas que no están en el Gobierno de Cataluña en la reunión, desprestigiando en cierta manera una institución autonómica, como es el propio gobierno de la Generalitat  de Cataluña. En segundo lugar situando en el eje principal de las reuniones las reivindicaciones del reconocimiento del derecho de autodeterminación de Cataluña y la proclamación de una Amnistía que permita la encarcelación de los políticos presos y el retorno a España de los que se fugaron. Dos condiciones que ellos saben, el gobierno español no va a aceptar de ninguna de las maneras.

También hay que señalar que dos días más tarde de la reunión, en la votación en el Congreso del Techo de Gasto, trámite imprescindible para la posterior aprobación de los presupuestos, los de JxCAT votaron en contra alienándose con el PP, C’s y VOX en la posición de bloquear imposibilitando el gobierno PSOE. La abstención de ERC y Bildu, permitió sacar adelante el tema. Esta posición hostil de buena parte del independentismo catalán a la mano tendida del socialista Pedro Sánchez, me lleva a pensar que alguien no esté pensando en buscar una acción lo suficientemente importante que haga saltar por los aires, la mesa de dialogo, o sea la única oportunidad de una salida digna del independentismo de lío en que se encuentra metido, o bien al igual que algunos de ETA pensaron y consiguieron que todo acabara de la peor forma para el abertzalismo.

Soy de la opinión que de una u otra forma el fin del tinglado independentista está bien cerca, con bomba o sin bomba y que de las próximas elecciones autonómicas de Cataluña  el presidente de la Generalitat que va a salir de las urnas no será independentista, cuestión que permitirá sin ningún género de duda, regresar a la normalidad democrática de un estado autonómico con perspectivas ciertas y disposición de avanzar hacia un estado federal. Con todo, las palabras de Puigdemont y Ponsati, el pasado sábado en Perpiñan  insinúan precisamente un final a la tremenda, ¿habrán decidido ya en la magna concentración de la Cataluña Norte, el donde y el cuándo de la nueva bomba de Barajas?, ¿Sera la lucha definitiva que gritó Puigdemont desde el escenario?

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