Alfonso José Blanco Ruiz
Experto en Comunicación y Marketing Político
@yoteasesoro
"Trincó"; tercera persona del singular (él/ella/usted) del pretérito de indicativo del presente indicativo del verbo trincar. "Trincar"; tomar para sí lo ajeno. "Polis" proviene de la antigua Grecia y hace mención a un estado autónomo o pequeño territorio. La corrupción no acabará con la democracia, pero fulminará a todas las instituciones que no luchen por atajarla.
Acabamos de despedir un mes de octubre con una lista de casos de corrupción inmensa que salpica a todas las instituciones del Estado, y con una alargada sombra de responsabilidad en miembros que sustentan al partido del Gobierno que transmite una sensación de corruptela extendida a todos los poderes públicos y sociales. Es muy complicado que un presidente del Gobierno hable sin que pueda captar la atención de sus ciudadanos. A ese punto se ha llegado. Gran parte de la ciudadanía ha ido un paso más allá y de la desconfianza han pasado al asquío. Poco o ningún interés parece despertar un presidente al que las últimas encuestas lo sitúan, después de la mayoría absoluta de 2011, como tercera o segunda fuerza. La corrupción cabalga hacia el podio de las principales preocupaciones de los españoles. La percepción y la preocupación de los españoles ha cambiado en la última década a pasos agigantados. En el CIS de noviembre de 2004, los principales problemas eran, por este orden, paro (57,3%), terrorismo (42,1%), vivienda (20,5%), inmigración (19,35), inseguridad ciudadana (17,9%), problemas económicos (12%), drogas (10,6%) y tendríamos que irnos hasta el puesto número 27, de 33, para encontrar "la corrupción" como una preocupación para el 0,4% de los ciudadanos. Diez años después, la corrupción ocupa el cuarto lugar en la preocupación de los españoles – ascendiendo más de 20 posiciones en un década- justo por detrás de "la clase política, los partidos y la política en general", que es el principal problema para un 26,9% de los españoles.
Son años y años en los que se han sucedido escándalos graves, y de amplia repercusión mediática, a los que no se les ha sabido dar la solución apropiada. Se puede defender la tesis de que no estamos en un sistema corrupto porque es cierto que el funcionario de turno que te atiende en ventanilla no te pide directamente dinero para dar trámite a una solicitud. Por consiguiente, sería incierto decir que la corrupción está en todos los estamentos, pero es dificil intentar convencer a la ciudadanía de que no están en todas las instituciones. Luis Bárcenas, Francisco Correa (Gürtel), Miguel Blesa (tarjetas B), Rodrigo Rato (tarjetas B, Bankia), Jordi Pujol (fortuna en el extranjero), Iñaki Urdangarín (Nóos), Gerardo Díaz Ferrán (caso Marsans), Ángel Acebes (presunta caja B del PP), Francisco Granados (Púnica), Carlos Fabra, Naranjax), Magdalena Álvarez (ERE), Jaume Matas (Palma Arena), Sonia Castedo (Brugal), Lorenzo Sanz (estafa, falsedad de documentos), Arantxa Sánchez Vicario (evasión de impuestos), Oriol Pujol (ITV), José María del Nido (Minutas), Isabel Pantoja (Malaya), Ricardo Costa (Gürtel), Álvaroz Pérez -el Bigotes- (Gürtel), Arturo Fernández (Bankia), José María Ruiz Mateos (ERE), Xosé López Orozco (Pokemon), Narcís Serra (Catalunya Caixa), José Luis Olivas (Bancaja), Manuel Pastrana (facturas falsas), Julian Muñoz (Malaya), Josep Lluis Nuñez (Caso Hacienda), Guerrero (ERE), Juan Antonio Roca (Malaya), Oleguer Pujol (blanqueo), Lola Johnson (RTVV), Rafael Blasco (ayudas a Cooperación), Ángel Ojeda (Cursos de formación), Montserrat Caballé (fraude fiscal)... etc. Y a esto que llega Rajoy y utiliza la expresión "unas pocas cosas" para referirse a los escándalos que salpican, o han salpicado, a su partido. "Unas pocas cosas" que se podrían resumir en el caso Andratx, Arcos, Baltar, Bon Sosec, Brugal, Bárcenas, Faycán, Gürtel, Hügel, Ibartur/Pasarela, la Fabriquilla, Palma Arena, Porto Rasputín, Salmón, Totem, Troya, Umbra, Zamora, el Lino, los pagos en b para comprar sedes y la reforma de la sede de la calle Génova... en resumidas cuentas, y como diría nuestro presidente; "eso no es ná, son don tonterías de nada". Comparto con Rajoy que son unos pocos casos comparado con los 46.725.164 millones de españoles. Como mucho habrá 1.000 corruptos en todo el país, lo que supone el 0,002% del total de la población española, y lo que esos corruptos no saben es que el Estado de Derecho funciona, que el presidente del Gobierno los observa muy de cerca, que los tiene permanentemente vigilados y completamente identificados a todos, sentados en puestos de responsabilidad en las instituciones de este país.
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