Portugal sucede a España como campeón de la Eurocopa

Se dice que en las finales siempre aparece un jugador que nadie se espera para inclinar la balanza. En la final de la Eurocopa 2016 se ha cumplido este ley no escrita. Y es que no aparecieron ni Cristiano Ronaldo, ni Griezmann, ni Payet, ni Pogba ni Moutinho sino que fue Éder, que llegó a la Eurocopa casi como relleno en la plantilla lusa, quien dio este domingo a Portugal el primer título de su historia con un solitario gol en el descuento.

Una final con más emoción que fútbol proclamó a la selección lusa como campeona en un torneo en el que brilló más por si capacidad de supervivencia que por su juego y en la que solo ganó un único partido (en semifinales ante Gales) antes de los 90 minutos reglamentarios. Y no iba a ser diferente en el partido celebrado el domingo en el Stade de France ya que tuvo que sobreponerse a la teórica superioridad frnacesa, favorita por su calidad, su buen momento y por jugar en casa, sino, especialmente a la lesión de Cristiano Ronaldo en el minuto 23 tras una dura entrada de Payet.

El partido comenzó con poco ritmo, típico de una final en la que el miedo atenaza las piernas de los futbolistas. Para colmo, la lesión de Ronaldo, que trató de entrar al terreno de juego tras ser atendido y que terminó llorando tras solicitar el cambio, enfrió más aún el ambiente en el terreno de juego.

Eso sí, Francia intentaba presionar arriba tal y como había hecho ante Alemania e Islandia, con el objetivo de robar en campo contrario y aportar velocidad al ataque pero le faltaba claridad ante la bien colocada defensa portuguesa. Mientras tanto, Portugal esperaba agazapada a que le llegara su oportunidad.

Un remate de cabeza de Griezmann, una buena jugada de Moussa Sissoko y un par de arranques de Blaise Matuidi, a los que respondía bien colocado Rui Patricio fue lo que ofreció Francia en esta primera parte. Muy poco a tenor de su favoritismo y teniendo en cuenta que su rival se había quedado sin su estrella.

El segundo tiempo continuó igial. Quizás parecía que Portugal intentaba salir más de su área pero el primer susto lo dio Francias gracias al despliegue físico Sissoko especialmente, pero la pareja lusa formada por Pepe y Fonte era inexpugnable. Los banquillos empezaron a moverse buscando alterar algo el sino del encuentro que se iba irremediablemente a la prórroga. Francia recurrió a Kingsley Coman en busca de algo de velocidad y a punto estuvo de salrle bien tras un centro medido a la cabeza de Griezmann, que el delantero del Atlético, solo, peinó por encima del larguero (m.66).

Por contra, el seleccionador portugués sacó al campo a Joao Moutinho, para tratar de tener más tiempo el balón sin éxito. Francia seguía creando problemas con el recién ingresado Coman cuyo nuevo centro fue rematado por Olivier Giroud y rechazada con otra buena intervención por Rui Costa, fue un aviso.

A partir de ahí, Portugal dio un paso al frente buscando dar la sorpresa en la recta final del partido y tuvo sus ocasiones con un centro-chut de Nani y una media volea de Quaresma que detuvo Lloris. Aún así tuvo otra la selección francesa de la mano de Sissoko al que respondió Rui Patricio con una gran parada.

La prórroga llegaba y se producían los últimos cambios. Guignat, que había entrado en el campo tuvo la posibilidad de cambiar el destino al recibir un balón en el área y tras revolverse bien su disparo dio en el poste.

La prórroga fue de color portugués. La entrada del nuevo héroe luso Éder le dio otro aire al equipo que comenzaba a ganar balones en la delantera y se hacía con todas las segundas jugadas. Nani y Quiaresma ayudaban en las bandas y Francia comenzó a asustarse. Primero con un remate de cabeza de Éder, luego con un golpe franco al larguero de Raphael Guerreiro y, finalmente, con el cañonazo del delantero del Lille, que mete a Portugal, al fin, en el palmarés de un gran torneo.