El Sevilla se impone en un derbi de los clásicos

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Sevilla betis

El derbi número 125 entre Sevilla F.C. y Real Betis Balompié siguió los cánones de este tipo de partido. Hubo emoción, juego brusco, pocas ocasiones y polémica arbitral. Y se impuso el cuadro sevillista con un solitario tanto del central Mercado al comienzo de la segunda parte, lo cual también suele ser un clásico: marca quien menos te lo esperas y menor incidencia en el juego se piensa que puede tener.

Sevillistas y béticos tendrán su propia visión del partido. Los que tienen el corazón rojiblanco opinarán que vuelven a ganar un derbi, llevan 7 partidos contra el eterno rival sin encajar un gol y continúan invictos. Por el lado verdiblanco alegarán que las distancias entre ambos equipos se han acortado hasta casi igualar las fuerzas y que encima le esquilmaron un gol legal por fuera de juego a renglón seguido de marcar el Sevilla. Pero lo cierto es que el derbi fue mucho más aunque no destacara por su juego.

Los locales comenzaban el partido con un once con precauciones y apostando por el físico en el medio del campo, al contrario que en días como Español, Las Palmas o Eibar y más parecido a Villareal y Juventus. Rico; Mariano, Parejo, Mercado y Escudero; N´zonzi e Iborra; Vitolo, Nasri Franco; y Vietto fue el once sevillista. Mientras, no había excesivas sorpresas en el cuadro dirigido con Poyet, una vez conocida las bajas de Mandi y Sanabria. El preparador uruguayo apostaba por Adan; Piccini, Bruno, Pezzela, Durmisi; Petros, Brasanac, Felipe Gutiérrez; Rubén Castro, Alex Alegría y Joaquín.

Con estos protagonistas el partido empezó vibrante, con un Sevilla que impuso un alto ritmo y apretó la salida de balón verdiblanca. Le costó al Betis al principio sacudirse la presión de los locales que, sin crear ocasiones de gol, si amenazaba la portería defendida por Adán, especialmente por la banda derecha de Mariano y Vitolo. Poco a poco, con transiciones rápidas y devolviendo la presión adelantada, el equipo entrenado por Poyet comenzaba a merodear el área sevillista, también sin peligro real pero al menos obligaba al Sevilla a pegar pelotazos. Los minutos pasaban con más juego brusco (4 amarillas, 2 por equipo) que opciones reales de gol. Solo los fallos de la defensa bética alternaban el guión. Así, Vietto le roba la cartera a Bruno y se planta ante Adán pero su lentitud y la reacción de la defensa bética evita males mayores. Por lado bético, poco que reseñar, alguna subida de Joaquín apoyado por Piccini, centros que no encuentran rematador y algún disparo que no llega a Rico al rebotar en la ordenada defensa sevillista. Eso sí, en el minuto 43 llega la primera polémica del partido. Nasri, con tarjeta amarilla y desdibujado en la primera parte aunque clave en la segunda, llega tarde en una entrada a Felipe Gutiérrez y le pisa el pie izquierdo, acción que pudo costarle la expulsión aunque el árbitro, al que el partido y el ambiente le vino grande, lo dejó pasar. Antes, el colegiado catalán había obviado una amarilla clara a Bruno por juego peligroso.

El descanso dio un respiro a los aficionados del Sevilla y Betis, porque los neutrales se habrían aburrido ante las pocas ocasiones de gol y el mal juego general. La segunda parte comenzó sin cambios en los equipos pero con novedad en el marcados. tras apretar en dos jugadas que acabaron en córner, los locales se adelantaron en el marcador en una falta mal defendida por la feble defensa bética que Mercado, el más listo y el que tuvo más fé, remató de cabeza en las barbas de Adán para poner el 1 a 0 en el marcador. El partido se activó entonces y, aunque el juego no deslumbraba por ambos contendientes sí que comenzaron las llegadas. Y más que pudo cambiar si dos minutos después, el linier no levanta el banderín en una buena jugada entre Joaquín y Rubén Castro que termina en gol (legal) de Alex Alegría. 

Para entonces, el Betis había despertado y el Sevilla esperaba la contra que acabase con el partido. Mientras, los entrenadores movían el partido. Ceballos y Musonda entraban para darle dinamismo al equipo verdiblanco que ya sí pisaba el área con asiduidad aunque sin peligro real ante un Sevilla que se defendía con eficacia. Un tiro ajustado de Rubén Castro que desvía a córner Rico, una falta de Durmisi que se marcha por encima de la red y un par de remates ejecutados por Alex Alegría que aborta la defensa sevillista es el rédito de los mejores minutos del equipo bético. Mientras los sevillistas, ya con Sarabia y Kranevitter en el campo, tuvieron sus opciones con un disparo de Escudero que para Adaán y, especialmente, un disparo del Franco Vázquez desde la frontal que roza el palo derecho de la portería bética. Los últimos minutos vuelven a convertirse en los clásicos minutos de un derbi: mucha emoción, tanganas, tarjetas y más corazón que cabeza por parte de los visitantes que no conseguían el empate. Las opciones del Betis morían en un último tiro de Rubén Castro que paró Rico. 

El Sevilla se impuso, como viene siendo normal en las últimas temporadas. Las distancias se acortan. Y aún queda, al menos, uno más, eso será en febrero. Habrá que esperar.

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