A partir de los próximos meses y durante el tiempo que requieran estas tareas, las celebraciones serán trasladadas a otros espacios como el Altar Mayor y el Trascoro.
La Catedral de Sevilla ha finalizado la segunda fase del desmontaje del altar de plata para su intervención integral, junto con los elementos y enseres que acompañan el espacio celebrativo usados como presbiterio en el transepto del templo.
Estos trabajos se enmarcan en el plan anual de restauración y conservación de la Catedral. A principios de enero comenzó la primera fase del desmontaje de dicho altar y ahora, finalizada la segunda, se continuará con el desmontaje de la gran vidriera óculo de 'La Ascensión', de Arnao de Flandes, de los parámetros verticales, de las bóvedas, pinturas murales y lienzos, así como de los retablos de la Virgen de Belén y de la Asunción de Durango, tal como informa la Catedral en un comunicado.
En este sentido, a partir de los próximos meses y durante el tiempo que requieran estas tareas, las celebraciones serán trasladadas a otros espacios como el Altar Mayor y el Trascoro.
El altar de plata en cuestión fue diseñado por el pintor Domingo Martínez y materializado, entre los años 1725 y 1742, por los plateros Manuel Guerrero de Alcántara, sobrino del jerezano Juan Laureano de Pina, y Tomás Sánchez, platero del rey Felipe V, junto al latonero Andrés Alonso Ximénez.
Este grandioso altar de plata, una de las creaciones "más sobresalientes" de la platería del Barroco español, se encuentra permanentemente montado en el crucero, ante la puerta de la Concepción, donde de manera habitual tienen lugar las celebraciones que aúnan mayor número de fieles, por permitir mayor visibilidad y por tanto mejor participación.
Los trabajos están siendo realizados por José Luis Marmolejo de la empresa Arte&Marmolejo, cuarta generación de esta saga de orfebres.
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